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Carlos Martínez Escalona/ Tristes tardes

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Vincent
AutorCarlos Martínez Escalona

¿Se ha sentido triste el día de hoy? ¿Le parece que el mundo no pasa de gris oscuro? ¿Se le ha ocurrido que tal vez esté medio mal de la cabeza?

Probablemente hasta haya acudido con un siquiatra para que le diga si lo que tiene es depresión. Pero esto no es tan sencillo para nadie. Porque para saber si usted tiene depresión, según algunos especialistas, hace falta que de los nueve síntomas típicos de una depresión profunda, al menos cinco se manifiesten claramente.

Cinco, y entonces la cosa se pone color de hormiga. Porque esto de las depresiones no es cualquier cosa. Un muy bajo estado de ánimo. Problemas de sueño. Interés perdido y entusiasmo opacado por la vida. Sentimientos de culpabilidad y autorreproche. Pérdida de energía generalizada, sustituida por un cansancio extremo. Cero concentración. Indecisión ante lo presente. Pérdida de peso y de apetito: casi siempre se pierde peso, aunque en contadas ocasiones es exactamente al revés. Agitación sicomotriz que impide estar tranquilo, o un estado cuasi vegetativo... y pensamientos suicidas.

Si cinco de estas cosas se suman al día, al menos durante dos semanas sin interrupción, se puede decir que está ante un caso de depresión de las grandes.

No se trata de algo como debilidad moral o un tipo de deficiencia mental. Hay quienes acosan a una persona deprimida con esas ideas o, simplemente, el acoso surge del mismo deprimido. Una depresión de dimensiones respetables es una enfermedad. Y una enfermedad es un proceso biológico que no sigue los patrones ordinarios de operación natural del cuerpo. Por eso le llamamos patología. Estar enfermo de gripe o de laringitis se puede rastrear por síntomas y causas. Al atacar las causas, se logra curar la enfermedad.

La depresión difiere de otras enfermedades en que el lugar del cuerpo en el que se da es en el cerebro. Y, como en cualquier otra cosa de la vida, esto quiere decir que podemos recibir buenas y malas noticias.

La mala es que es muy frecuente. Tanto, que se puede asegurar que una de cada diez personas pasa en su vida por algún tipo de estado depresivo. Y la cosa es bastante seria, porque un quince por ciento de estas personas muere por su propia mano.

El...

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