Cinexcepción / Casi para llorar

AutorHugo Hernández

Dicen las malas lenguas que se trata de la película más cara en la historia del cine mexicano. O por lo menos una de las más caras de los último tiempos. Dicen que detrás de la producción, aportando los cuantiosos dineros, está un portentoso empresario regiomontano, que es nada menos que el papá de la realizadora. Lo cierto es que de las películas que habitaron la Sección Oficial de la más reciente Muestra de Cine Mexicano ésta es la que ostentaba mayor presupuesto. Y que sí se le notaba. Acaso por eso es, de este bloque, la primera que alcanza la cartelera comercial.

Las Lloronas (2004) es la ópera prima de Lorena Villarreal quien, para bien y para mal, deja ver la mano principiante. El resultado no está como para llorar, mas esto constituye simultáneamente una virtud y una carencia: por una parte es preciso reconocer en la realizadora algunas capacidades nada despreciables; por la otra, siendo el título que es y las intenciones que se bosquejan en él, el drama relatado habría de mover si no al llanto por lo menos a la conmiseración. Y de la proyección uno sale más bien contrariado...

Villarreal muestra aptitudes para solucionar con eficiencia escenas específicas. No es que sea particularmente virtuosa, pero por lo menos relata con fluidez pequeños pasajes. Hay escenas en las que la puesta en cámara permite que el relato avance, en las que el diálogo no resulta forzado, en las que la verosimilitud es alcanzada. De hecho el arranque, como en tantas otras producciones nacionales, es prometedor. Pero poco a poco la cinta sale del control de la debutante, perdiéndose, naufragando.

Uno de los principales problemas de Las Lloronas es la falta de un guión capaz de dar coherencia a la totalidad del relato. La cinta es ilustrativa en el sentido del mal manejo del género, entendido éste no como una herramienta de agrupamiento sino como la utilización de códigos predigeridos e introducidos en el relato con una intención. Villarreal inicia con una apuesta que se inscribe netamente en el cine de terror, recurriendo frecuentemente al uso del flash forward (anticipación...

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