Enamorado de pediatría

AutorJessica Pilar Pérez

Óscar Aguirre Jáuregui ama a la Medicina con tanta pasión, que aprendió de sus maestros, los igualó y los rebasó.

"Yo fui rata de hospital y tuve varios maestros ratas de hospital, los mejores de la Ciudad, tenían un experiencia y un colmillo y un feeling para pronto saber el problema de los pacientes", presume.

Esta referencia no le incomoda, al contrario, la presume porque es indicativo de que prefería quedarse en el hospital para aprender de los casos que llegaban, que salir a divertirse o relajarse con los amigos.

Aguirre Jáuregui quería ser como sus maestros -a quienes califica como artistas- que con rapidez sabían cómo actuar ante la emergencia que se les presentaba.

De sus 73 años, más de la mitad, 42, los ha pasado en el Antiguo Hospital Civil Fray Antonio Alcalde en diferentes cargos y funciones. Incluso, llegó a ser el director.

Y todavía tiene aliento y ganas de seguir apoyándolo.

Hasta ahora, dice, siempre busca a personas más inteligentes que él para aprenderles algo.

Y aunque el cirujano pediatra no lo diga, cumplió tan bien su meta de aprender de los mejores como Alfredo Zepeda, Francisco Eguiarte, Jorge Huerta, Luis León y Gilberto Martínez, que ahora es un "maestro rata" de hospital.

Su ojo clínico y sapiencia para resolver casos está tan entrenada y desarrollada que con rapidez hace evaluaciones mentales, mide riesgos y da soluciones. Los residentes saben que, si hay una complicación, sólo hay que levantar el teléfono y llamarlo para resolverla.

Llegó para ser pediatra, y terminó formándolos y creando nuevas especialidades para que sean mejor que él.

Como jefe logró crear dentro del área de pediatría: urólogos, lapascopistas, neurocirujanos, ortopedistas, cirujanos plásticos, oftalmólogos y oncólogos.

Este experto admite que tiene un talento especial para detectar talentos, incluso de quienes lo tienen tan escondido que ni ellos mismos lo saben. Casi nunca se equivoca, presume.

SU FELICIDAD, EL QUIRÓFANO

Mientras otros tienen hobbies o pasatiempos, los momentos placenteros de Aguirre Jáuregui son en un quirófano, una conferencia médica o haciendo una gestión para el hospital.

Su cara se ilumina con una gran sonrisa cuando recuerda sus experiencias en estos sitios. Ahí se encuentra feliz.

"Yo he encontrado terapia en mi vida profesional. Me gusta lo que hago, me divierte, me genera satisfactores existenciales, me gusta", acota.

La adrenalina que siente cuando tiene el reto de lograr que un niño vuelva a respirar tras tener...

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