Guillermo Velasco Barrera / ¡Bienvenidos, paisanos!

AutorGuillermo Velasco Barrera

Las órdenes ejecutivas de Donald Trump en materia migratoria, cuya operatividad se puede apreciar en las dos circulares del Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos, publicadas recientemente, constituyen sin duda en este momento el aspecto más complejo de la negociación entre los gobiernos norteamericano y mexicano, y ha sido un tema central en la agenda de la visita de los Secretarios Tillerson y Kelly a nuestro país.

El gobierno de Estados Unidos estima que existen 11 millones de inmigrantes indocumentados en aquel país, de los cuales cerca de 5 millones son mexicanos, y la nueva política migratoria de Trump contempla al menos en el papel deportar a México no solo a mexicanos sino a inmigrantes de otras nacionalidades. Una de las circulares dice de forma textual: "enviar a los extranjeros indocumentados al territorio del país contiguo extranjero desde el cual llegaron, en espera de los procedimientos de remoción pendientes".

El Canciller mexicano, Luis Videgaray, señaló que dicha medida es inadmisible y que México no aceptará medidas unilaterales por parte del gobierno norteamericano. Y el propio Secretario de Seguridad de los Estados Unidos matizó durante su viaje a Guatemala lo referido en las órdenes ejecutivas de su jefe, al señalar que no habrá deportaciones masivas de inmigrantes guatemaltecos.

Pero más allá de los matices y la visita a México de los emisarios de Trump, lo cierto es que el tema migratorio representa una bomba de tiempo para nuestro país, pues miles de mexicanos han tenido que abandonar su tierra ante la falta de oportunidades laborales y la violencia creciente, y además somos ruta de paso para que una ingente cantidad de inmigrantes centroamericanos intente alcanzar el "American dream".

Ese flujo tanto de mexicanos como de centroamericanas que han intentado cruzar la frontera para ir a trabajar a Estados Unidos ha significado violencia, extorsión, trata de personas, secuestros y en muchos casos la muerte de gente inocente, que no logra su objetivo de tener una mejor vida.

Ante el riesgo del incremento de las deportaciones de connacionales a nuestro país la verborrea y el oportunismo de la clase política mexicana no ha tenido límites. Algunos han viajado a Estados Unidos...

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