Encuesta/ El jaloneo de la democracia

AutorAlejandro Moreno

En los últimos 20 años, los mexicanos han experimentado profundos cambios en su entorno político. Quizá la mayor evidencia acerca de ello sea el aumento de la competitividad electoral. Aun así, prevalece entre la población un claro desinterés en la política.

En 1981, el 36 por ciento de los mexicanos dijo estar muy o algo interesado en la política, mientras que el 64 por ciento expresó poco o nada de interés. En 1990, esas proporciones fueron de 37 y 60 por ciento respectivamente y en el 2000 de 33 y 65 por ciento. Durante dos décadas, pues, los desinteresados en la política han representado casi el doble que aquellos a quienes este tema sí llama la atención.

Además de la pregunta directa, el desinterés se nota en lo poco que se habla acerca de asuntos políticos. Durante los cuatro lustros que abarca la Encuesta Mundial de Valores que aquí se presenta en su última entrega de esta edición, la proporción de mexicanos que dice discutir con frecuencia sobre temas políticos ha representado apenas arriba del 10 por ciento. En contraste, la proporción de quienes discuten de política se redujo de manera ocasional de 56 a 40 por ciento entre 1990 y el 2000, y el porcentaje de quienes nunca discuten asuntos políticos casi se duplicó.

Hay que contemplar, sin embargo, que el nivel de discusión sobre asuntos políticos tiende a aumentar durante momentos de intensa actividad electoral, como el actual, por las campañas, los debates entre candidatos presidenciales, u otros eventos relevantes.

Participación en organizaciones

La sociedad mexicana también se caracteriza por niveles relativamente bajos de organización. Los tipos de asociaciones a los que más dicen pertenecer los mexicanos son de corte religioso, de recreación y de actividades culturales. Así lo indican, respectivamente el 23, el 9 y el 8 por ciento de entrevistados.

La edición 2000 de la encuesta mundial de valores no indica si en alguna de estas organizaciones se llevan a cabo actividades de tipo político, pero sí muestra que la pertenencia a organizaciones orientadas hacia el quehacer político es mucho más bajo: el 6 por ciento dice pertenecer a algún sindicato, el 5 por ciento pertenece a alguna organización local encargada de realizar acción comunitaria, el 4 por ciento pertenece a alguna agrupación o partido político, y ese mismo número participa en asociaciones ambientalistas, o en aquéllas que realizan trabajo con jóvenes. El 3 por ciento pertenece a grupos de mujeres o a grupos...

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