José Luis Cuéllar Garza / Entre la Utopía y el caos

AutorJosé Luis Cuéllar Garza

Una paradoja atraviesa las intenciones jaliscienses. Una actitud contradictoria ante el progreso metropolitano. Añoramos por décadas una autopista a Puerto Vallarta. En cuanto la Secretaría de Comunicacion es y Transportes anuncia las obras del tramo Jala-Nuevo Vallarta (MURAL, 9 de noviembre), nos llamamos derrotados y reclamamos al Gobierno del Estado que no hubiera impulsado la ruta imaginaria por el río Ameca, atravesando la sierra de San Sebastián. Claro está que de lograrse dicho trazo, acusaríamos de inmediato la agresión a la biodiversidad de la región. Razón por la que se optó, precisamente, por construir una carretera regional ecológica que unirá a Mascota, Las Palmas y San Sebastián.

Y no se diga que en aquella alternativa no hay costo ambiental. Las llanuras costeras de Nayarit (Público, 10 de noviembre, p.12) se encuentran impactadas por la carretera libre Compostela -Vallarta, pero ciertamente, "el trazo de la autopista dañará importantes extensiones de selva mediana, pues a partir de Las Varas ..., se mete hacia masas forestales poco intervenidas por el hombre en busca de cortar camino hacia el puerto jalisciense". Este es el tema. Que la autopista beneficiará -si sabemos capitalizarla-, a Puerto Vallarta.

Veamos ahora el caso del macrolibramiento carretero de la Zona Metropolitana. El lunes pasado, MURAL nos informaba que está listo el proyecto para construir esta esperada vialidad, vital para la conurbación. Se trataría de una carretera que partiría del cruce de las autopistas a Los Altos y Zapotlanejo en el oriente, pasaría a un lado de El Salto y atrás de Cajititlán, cruzaría la autopista a Colima cerca de Acatlán siguiendo al norponiente a un lado de San Isidro Mazatepec y Cuxpala, pasando luego entre Tala y La Primavera para llegar a Arenal y al fin, a la altura del Cerro de Amatitán, a la autopista a Tepic (es decir, Vallarta).

Es un trazo lógico, determinado por la orografía, la red de comunicaciones y la estructura del sistema regional de ciudades. Pensar en un arco más abierto, obligaría a remontar al sur la sierra de El Madroño, en Tlajomulco y luego salvar la complicada geografía del poniente: la laguna de Atotonilco, el cerro Navajas y el Volcán de Tequila. Sería ésta una carretera muy costosa y de menor utilidad para desfogar el intenso tráfico que padece la metrópoli. ¿Qué valores ambientales estarían en juego en esta alternativa? Muchos. No faltaría quién los haga valer en su momento, como un argumento...

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