Juan Pedro Oriol / Adiós a la Cumbre

AutorJuan Pedro Oriol

Se acabó la Tercera Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea. Dos días de reuniones y debates entre Mandatarios, Presidentes y Primeros Ministros ya forman parte de la historia. Ya se dijeron miles de palabras. Ya se pusieron sobre la mesa las cartas fuertes, los acuerdos y las promesas. A partir de hoy sólo el tiempo será el juez justo que nos diga a nosotros y al mundo si esta Cumbre fue de provecho o solamente una reunión muy bonita, pero nada más.

La Cumbre tiene que haber servido. El Gobierno federal destinó 300 millones de pesos, equivalentes a más de 25 millones de dólares, en obras en el Centro de Guadalajara y las avenidas que conducen a los hoteles donde se hospedaron las delegaciones. Los que habitamos esta hermosa y traficada ciudad nos dimos cuenta. Lo que habría que ver es que si los materiales y la manita de gato que se dieron, fueron de primera calidad. No vaya a ser que en menos de un año el deterioro se haga presente de nuevo.

Optimismo ante todo. Es la primera vez que nuestra ciudad recibe a tantos Mandatarios, Presidentes o Primeros Ministros de otros países. Fueron 58 países los convocados: 33 de América Latina y el Caribe, y 25 de la Unión Europea. Mucha gente se preguntó por qué Estados Unidos no fue el gran invitado. No lo fue porque se trata de una cumbre exclusiva entre Latinoamérica y Europa, y en ella no tiene por qué participar el vecino del norte. Los que brillaron por su ausencia fueron Tony Blair y Silvio Berlusconi.

Algo bueno ha de salir de estos días de reuniones. Las desigualdades entre América Latina y el Caribe con los 25 países que desde mayo integran la Unión Europea son evidentes. Fue éste el mayor reto de la Cumbre: reunir, por medio de la convivencia y del diálogo a quienes son sus representantes.

Erradicar la pobreza y la marginación se vuelve a proponer en una Cumbre. Y en ésta fue el tema en el que mayor hincapié se hizo, bajo petición de la mayoría de los asistentes. El neoliberalismo sigue siendo el gran enemigo de los países pobres y de los países en vías de desarrollo. Porque ha sido mal entendido, ya que antes de proponerse como nueva vía de enriquecimiento y de oportunidades para los que trabajan, se ha propuesto como una mano negra que sofoca las pequeñas e...

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