Juan Pedro Oriol / Como al flautista

AutorJuan Pedro Oriol

A lo largo de la historia, hombres y mujeres maravillosos han dejado fresca la huella de Jesús en el mundo. Unos han sido famosos y su santidad ha sido reconocida por una Iglesia que aclamaba su canonización. Desde los primeros apóstoles y los padres de la Iglesia hasta los tan queridos y reconocidos santos contemporáneos como Juan Pablo II, Teresa de Calcuta o el padre Pío.

Otros hombres y mujeres dejaron también con sus vidas muy cercana la presencia de Cristo entre los hombres. Vivieron y murieron sin hacer mucho ruido, casi en silencio, y pareciera que pasaron desapercibidos pero no, nunca, sobre todo delante de Dios. A ellos les debemos tanto, tantísimo. Ahí están los mártires -cada vez me impresionan más-, los sencillos, los fieles, los grandes que transmitieron la fe con su vida y también con su palabra.

Los que siguen a Jesús dejan huella. El Papa Francisco es uno de ellos, no hay duda. por cumplir los primeros cuatro años de un pontificado fructífero, apasionante y reformador.

El miércoles 13 de marzo del 2013, en Roma, fue elegido el primer Papa no europeo. Comenzaba un pontificado que levantaba curiosidad en los de fuera y esperanza en los de dentro. Bueno, no en todos. Aquel día se convirtió en el sucesor 266 de San Pedro. Al Vaticano llegaba un hombre que prefería ocupar un lugar en el autobús con los demás Cardenales y una habitación en la Casa de Santa Marta en lugar de residir en el Palacio Apostólico Vaticano pero lo que menos quería era presumirlo o publicarlo. Se lo pedía su conciencia. Tenía claro que tenía que luchar por la promoción de la justicia y también intentar aplicar de algunas reformas que él veía necesarias en la Iglesia.

Comenzó a trabajar para que los católicos del mundo recuperaran la alegría de su fe y creyeran más que nunca en una Iglesia humana, misionera y misericordiosa porque no siempre se percibe así. Una Iglesia que sale a las calles a gritar el amor de Cristo. Una Iglesia que ora, sí, y mucho; pero que también trabaja, lucha en el día a día y acompaña. Una Iglesia inclusiva donde todas las personas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR