Juan Pedro Oriol / La marcha

AutorJuan Pedro Oriol

Por primera vez en la historia de México, se realizó "la marcha" aquí en Guadalajara y en numerosas ciudades del País. "La marcha", sí, entre comillas porque nunca una marcha en México -y vaya que si hay marchas en el País- había generado tanta expectación y tanta polémica.

Sin embargo, en ninguna de las marchas se dieron acciones violentas de ningún género. Sólo familias felices, caminando con paz, orgullosos de ser mexicanos, cantando "Cielito Lindo", vestidos de color esperanza, sin hablar mal de nadie, sin querer ofender a nadie, y pidiendo algo esencial en una sociedad madura y libre: el derecho a los padres a educar a sus hijos.

En la actual Declaración Universal de Derechos Humanos, el Artículo 26 señala tal derecho, y resulta significativo que este principio esté incluido en algunas sociedades en lo básico que un Estado no puede negar o manipular. Y por eso, cientos de miles de mexicanos y mexicanas en decenas de ciudades participaron ayer en las marchas haciéndolo de manera natural y espontánea, dentro de un marco legal, pues el derecho a manifestarse está también respaldado por la Constitución.

Las marchas buscaron un triple objetivo: defender el derecho de educar libremente a los hijos, rechazar la imposición de la ideología de género en la educación de los niños mexicanos y exigir la primera iniciativa ciudadana de Reforma Constitucional al Artículo 4, que ya se encuentra bajo análisis por el Senado de la República.

Nunca se ha buscado con estas marchas ofender a nadie o acosar a minoría alguna.

Desde que el Frente Nacional por la Familia anunció esta iniciativa social, comenzaron a aparecer ideas y argumentos contrarios a lo que esta marcha propuso desde un inicio. Nunca fue una marcha en contra de los homosexuales; en ningún momento ni de ninguna manera.

Lo que se vivió ayer sobrepasó cualquier expectativa de participación y asistencia que se tenía contemplada. Sólo en Guadalajara se calculan alrededor de 275 mil personas las que asistieron a la marcha, según organismos profesionales y que no manipulan las cifras, como NotisistemaGDL. Basta ver la foto aérea de la marcha. Esto nos habla del valor tan crucial e importante que es la educación de los hijos. Por eso, ha sido un llamado enérgico pero no violento al Senado para que se respete la voluntad popular y no se imponga la ideología de género.

Parece ser que en nuestros tiempos quien piensa diferente, discrimina. Y no es así. El hombre es libre. Los creyentes estamos...

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