Medicina al alcance
MURAL / Staff
Obtener el alivio o mejoría de padecimientos graves no debe ser caro.
Bajo esta primicia Mi Gran Esperanza AC abrió una farmacia social donde la gente de escasos recursos puede acceder a medicamentos a bajo costo, incluso gratis.
En el 2006, la asociación, dedicada al apoyo integral de niños con cáncer, puso a disposición del público en general medicina que llegaba por medio de donaciones, pues llegó un momento en que tenían más tratamientos que beneficiarios. Así nació la primera farmacia social en México.
"Hubo un momento en el que había tantas cajas de medicina aquí que vimos la necesidad de crear una farmacia donde se donara el medicamento", comentó Maya Laris Echeverría, directora de Mi Gran Esperanza.
Los fármacos que tienen, añadió, no son exclusivos para niños o persona con cáncer, sino para otros padecimientos como epilepsia o diabetes.
"Esta farmacia no es para gente con cáncer, es para cualquier personas que venga de un centro de salud que no sea de hospital privado o del IMSS", aclaró.
Al igual que las farmacias comerciales, esta droguería cuenta con el permiso otorgado por la Secretaría de Salud, la diferencia es que el medicamento que ahí se distribuye es donado.
Todos los usados para el cáncer, aclaró la directora de Mi Gran Esperanza, son para ayudar a sobrellevar los efectos de la quimioterapia. No se ofrecen aquellos que impliquen un tratamiento directo contra el mal, pues este servicio se hace en el Hospital Civil.
Desde que abrió sus puertas, la farmacia es utilizada para distribuir, a quien lo necesita, las medicinas que llegan como donaciones de distribuidores o laboratorios. El único requisito es que los fármacos tengan, cuando menos, dos meses para su caducidad.
Las fórmulas que más se requieren son el Ciprofloxacino y la Tamsulosina, tratamiento utilizado para los diabéticos que, en una farmacia comercial, tendría un costo superior a los 600 pesos.
También tienen en existencia Exjade, fármaco que cuesta 17 mil pesos y ayuda a controlar los niveles de hierro que aumentan cuando un niño ha recibido muchas transfusiones de sangre.
El costo en la farmacia de Mi Gran Esperanza de estos y otros productos, dependerá del estudio socioeconómico que se haga al beneficiario y el descuento iría desde el 70 al 100 por ciento del producto.
Jonathan Muñoz Cárdenas, responsable del servicio, recordó que hace tiempo llegó un señor en silla de ruedas solicitando medicamentos para controlar la epilepsia.
"Él se enteró...
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