Miden fuerzas presidenciables

AutorErnesto Núñez y Mayolo López

MURAL / Enviados

QUERÉTARO.- Carlos Medina Plascencia se coló ayer en la competencia entre Felipe Calderón y Santiago Creel por la candidatura presidencial del PAN, al ganar el aplausómetro del arranque de la Asamblea Nacional panista.

El primer día de trabajo del cónclave blanquiazul se convirtió en una pasarela de los presidenciables, en la que la militancia expresó sus simpatías al viejo estilo: porras, aplausos, cargadas alrededor de las figuras del partido, y algunos abucheos.

El momento para medir fuerza fue la presentación de los personajes que integraban el presidium.

Calderón fue el primero de los presidenciables en ser mencionado. Cuando se anunció su presencia, la militancia brindó una ovación intensa que poco a poco se convirtió en un coro: "Felipe-Felipe".

Una hora antes el secretario de Energía había recibido un apoyo de lujo, al ser destapado por el presidente de la Cámara de Diputados y una de las figuras emblemáticas del partido, Juan de Dios Castro, como su gallo para la candidatura.

Al mismo tiempo, en otro punto del auditorio, Calderón definió el sentido de esta Asamblea cuando se le preguntó si en la guerra por la candidatura todo se vale: "Esto no es guerra ni amor, es política pura y dura", dijo sonriente.

Minutos después de que Calderón fue ovacionado, Medina se llevó un aplauso más prolongado y las mismas voces que antes corearon a Felipe, lanzaron consignas a favor del senador guanajuatense.

"Es el resultado del trabajo constante en el partido", explicó después Medina.

Para sus oponentes, es resultado del trabajo que hizo como coordinador de la estrategia electoral del partido en el 2003. No se ganó esa elección, pero sí creó una red de apoyo en los comités estatales.

Creel fue anunciado sin estar presente todavía en el presidium. Su nombre generó algunos aplausos aislados, provenientes principalmente de la delegación del DF.

"Se pide al secretario Santiago Creel que si está aquí suba al presidium", invitó infructuosamente el maestro de ceremonias.

Ante su ausencia, se llevaron a cabo los honores a la bandera.

Inmediatamente después apareció Creel, acompañado del senador Diego Fernández de Cevallos.

"No le fue mal a Creel en el aplausómetro, pero no le fue tan bien como a los otros", evaluó más tarde un senador cercano al Comité Ejecutivo Nacional.

Los colaboradores de Creel explicaron que nadie le dijo al secretario que iba a estar en el presidium por lo que estaba esperando afuera a que lo llamaran o a que...

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