Nueva Jerusalén ¿Un paraíso?

AutorAdan Garcia

Mural/Corresponsal

NUEVA JERUSALEN.- Ellos vivieron dentro del "Arca de Noé" como le llaman... hoy van por el mundo, desamparados, con un futuro incierto, pues les quitaron sus bienes, y sin más ilusión de seguir que su propia fe.

Son los desplazados de La Nueva Jerusalén, una comunidad religiosa existente en Michoacán, donde en pleno año 2000 se somete a sus habitantes a un régimen esclavista controlado por un puñado de sacerdotes.

Es su "Noé" un anciano de 89 años a quien llaman "Papá Nabor".

Creado en 1973 "por disposiciones de la Virgen del Rosario para salvar al mundo", según su credo, el patriarca ha logrado enganchar a través de sus misioneros a alrededor de 5 mil personas de toda la República.

Aquí el tiempo parece haberse detenido. Incluso, retrocedido varios siglos.

Mujeres y hombres caminan vestidos a la usanza de la época de Cristo, sin energía eléctrica ni pavimento en las calles, divorciados de la civilización; enemistados con la modernidad.

Aquí no existen escuelas ni instituciones públicas. El Seminario es el único centro de estudios a donde los menores son llevados desde los cuatro años.

Desacatar los mandatos del "patriarca" es aquí motivo de expulsión.

Fue así como el 7 de junio de 1998 cientos de "ermitas", como se le conoce en los alrededores a los habitantes de la aldea, fueron desplazados a la fuerza por las autoridades religiosas al haber faltado al reglamento interno, un documento de 12 artículos que controla desde la forma de vestir de sus pobladores.

Por varias semanas los sacerdotes mantuvieron armados a los hombres para impedir el regreso de los expulsados por sus pertenencias.

"Nos dieron 20 minutos para desalojar nuestras viviendas y salir del pueblo; no alcanzamos a sacar nada", relata hoy una de las víctimas, "amenazaron con golpearnos".

El desplazamiento se ejecutó a las 5:00 horas. Fueron 79 jefes de familia acompañados por sus esposas e hijos. Casi 300 personas en total.

Niños y mujeres se vieron obligados a salir dejando atrás todos sus bienes, incautados por las autoridades religiosas, cargando solo lo que pudieron tomar en sus manos.

MURAL localizó una fracción del grupo de desplazados, habitando en los alrededores, trabajando en el corte de caña y tiendas rurales de Puruarán y Tacámbaro.

Zácario Velázquez, de 58 años de edad, fue expulsado por negarse a reponer 144 días de faena para la Iglesia, los cuales dejó de cumplir cuando estuvo durante tres años trabajando en Estados Unidos.

"Me decían que si...

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