Opinión Invitada / Paloma Ramírez: Se permite copiar

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Nunca como ahora se ha copiado tanta información de la red y nunca se ha tenido tan poca conciencia de hacerlo. Es un mal endémico que se ha extendido rápido en el mundo. Muchas veces no hemos terminado de leer un correo electrónico o una liga a un sitio de internet cuando le picamos al botón de retransmitir. El problema no se reduce a atiborrar los correos y chats de nuestros contactos con información inservible. O, todavía menos, en difundir basura informática a la par del movimiento terráqueo. El verdadero problema está en la idea errónea que se nos ha ido grabando cada vez que copiamos y pegamos contenido digital de manera tan desenfrenada e irreflexiva: pensamos que lo que está en la red es del dominio público y que lo podemos (re)utilizar como mejor nos convenga. Dígase con otras palabras: en muchas ocasiones, nos parece natural asumir la autoría de algún texto que nos hemos encontrado por ahí, en el ciberespacio. Y si bien el plagio es una práctica añeja, ahora, con tanta información al alcance de un teclazo, se ha recrudecido.

Apropiarse de un texto o una idea se ha vuelto un ejercicio cotidiano: los niños, cuando resuelven sus labores escolares y media cuartilla escrita con sus palabras no es suficiente; nosotros cuando deseamos ser productivos en el trabajo y hasta los buenos amigos cuando quieren transmitirnos un mensaje importante. Además, es una práctica que se da en diferentes niveles intelectuales. No sólo la lleva a cabo gente común y corriente sino también aquellos a los que llamamos artistas e intelectuales. Entre ellos el renombrado escritor francés Michel Houellebecq, autor de varias novelas reconocidas con premios internacionales, como "El mapa y el territorio" y "Las partículas elementales". No obstante tanto título y fama mundial, ha sido acusado de plagiar información de la tan socorrida Wikipedia. Y aquí cito de la propia Wikipedia lo que el escritor opinó sobre el asunto: "copiar pasajes, palabra por palabra, no es robar siempre y cuando el motivo sea reciclarlos con propósitos artísticos". Houellebecq habla de excepciones a la regla. Lo cual no deja de ser interesante viniendo de un autor que ha registrado sus obras para prevenir que alguien más se las apropie. Él argumenta que no hay mayor problema si se reutiliza la información con propósitos artísticos. Nosotros, la gente de a pié, podríamos...

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