Preparando su llegada

AutorMaría Silva

Pareciera que sólo es cuestión de decir: "ya me quiero embarazar", para que este proceso se geste en las mejores condiciones.

Sin embargo, antes de tomar la decisión hay que prepararse y no dejar nada a la improvisación, ya que tener un hijo es una de las etapas más importantes y asombrosas en la vida de una pareja.

En ocasiones, el ginecólogo se enfrenta con que luego de unos meses de embarazo, la paciente le confía que en su familia hay un mal congénito, pero no tuvo la precaución de consultar a un genetista para descartar que pueda repercutir en su pequeño.

"El objetivo para prepararse es que el embarazo sea más sano y llevadero, con menos molestias y en beneficio de la mamá y el bebé", señala el ginecólogo Leopoldo Vázquez Matute.

La edad recomendable para concebir un hijo es de los 18 a los 38 años, pero lo ideal, agrega el especialista, es entre 25 y 30, porque en esta etapa la mujer está perfectamente sana y joven y no va a tener problemas para sobrellevar el embarazo, si antes tomó en cuenta los siguientes aspectos:

Amor, trabajo y estrés

Es muy importante analizar si el trabajo o el estudio son tan demandantes que puedan convertirse en motivo de estrés o alteraciones emocionales durante el embarazo; si es el momento adecuado en tu empleo, o si estás iniciando una carrera o maestría que deba ser interrumpida.

"Muchas veces eso no se analiza y después viene la paciente con muchos problemas por carga de trabajo, y toda esa situación de estrés perjudica el embarazo", señala el ginecólogo Vázquez Matute.

Si buscas un ascenso o mayor responsabilidad en lo laboral, debes saber si vas a poder lograrlo, aun cuando decidas ser mamá.

"Es mejor pensarlo y posponer el embarazo un año o dos para realizarse profesionalmente, o hay mujeres que dicen que cuando se embaracen van a renunciar al trabajo para estar más tranquilas", agrega el especialista.

Si trabajan en laboratorios o fábricas, en las que estén expuestas a químicos o pinturas, es aconsejable cambiar de empleo o abandonarlo antes de pensar en tener un hijo.

Las embarazadas también deben descansar a media mañana y en la tarde, pues el exceso de estrés puede provocarles amenaza de parto prematuro o contracciones antes de tiempo.

Vázquez Matute indica que, en ocasiones, se toma la decisión de concebir en un periodo marital conflictivo, como un divorcio, o al no estar casada y convivir con una pareja inestable, pero en esos casos lo ideal sería esperar hasta encontrar un equilibrio.

"En la...

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