Prueba no superada

AutorJorge Velazco

Llevar el automóvil a un taller mecánico en Guadalajara es un albur. Y más si el cliente ignora los puntos fundamentales del funcionamiento de su vehículo, pues prácticamente se tendrá que sujetar al profesionalismo y los conocimientos del mecánico al momento de hacer el diagnóstico de los males que aquejan la unidad.

MURAL realizó un recorrido por cinco diferentes talleres mecánicos de la zona metropolitana de Guadalajara con un automóvil que presentaba una falla en el sistema de frenos.

Antes de iniciar el recorrido, especialistas del Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial No. 15 , Cecati, revisaron a conciencia el problema del auto.

El especialista en frenos del Cecati, Jaime Guareño Flores, diagnosticó que se tenían que cambiar las balatas traseras, un cilindro, el ajustador izquierdo así como el rectificado de los discos.

Un revisión a profundidad consiste en el desmontado y verificación de las cuatro llantas.

Solamente en dos de los cinco talleres visitados la revisión se realizó de esta manera; en los otros tres casos el diagnóstico fue a simple vista.

Guareño Flores señaló que un mal diagnóstico origina presupuestos incompletos así como el enojo de los clientes porque el costo de la reparación es mucho más elevado del inicialmente pactado.

"Cuando llega el cliente a recoger su vehículo, resulta que no es lo que le dijeron porque ya revisaron bien el problema y se dieron cuenta que otras piezas estaban mal o que tenía otros detalles", dijo.

Un mal diagnóstico también provoca que más tarde surjan otros defectos, porque sólo se soluciona el problema de corto plazo y el automóvil volverá tarde o temprano al taller.

"Muchos te resuelven el problema de corto plazo, de una manera superficial, pero no el problema de fondo, porque les llevas el carro y si les dices tiene esta falla, solamente ésa te resuelven, pero no ven otras porque no hacen un diagnóstico real", afirmó.

El precio del mismo servicio de compostura puede variar hasta en mil pesos de un taller a otro, todo depende de la ubicación del taller y de su prestigio.

Sin embargo, esta diferencia no le garantiza que el problema sea solucionado.

Por ejemplo, la reparación general de los frenos para un automóvil Topaz modelo 1991 cuesta mil 208 pesos en un taller, mientras que en otros la reparación se realiza por 739 pesos.

Inclusive hay quienes por 170 pesos "resuelven" el problema, pero de una manera superficial.

Eso sin contar que en algunos talleres mecánicos se sugiere...

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