Ricardo Elias / Español urbano

AutorRicardo Elias

Hace unos días aparecieron en algunos medios fotografías de dos patrullas de Villa Corona, Jalisco, rotuladas con la palabra Police, en lugar de la palabra Policía.

Al ver las imágenes me pregunté que fue lo que motivó al director de la Policía de ese municipio a rotularlas en inglés en lugar de en español, como supuestamente debiera ser.

Y digo supuestamente porque por extraño que parezca, en México no hay un idioma "oficial" como tal. Lo que hay es una cantidad de variantes lingüísticas, además del español, reconocidas como "lenguas nacionales" por diferentes leyes o tratados en sus respectivos territorios o etnias indígenas, sin embargo ninguna de ellas es la oficial. Entre ellas se encuentra el náhuatl (la lengua indígena con mayor número de hablantes), así como 68 lenguas originales y 264 variantes.

Junto a todas estas lenguas reconocidas debieran estar otras variantes del español utilizadas por millones de mexicanos.

Me refiero primero al llamado "espanglish" que la enorme población de emigrantes mexicanos habla; luego está otra variante del español utilizada por los sectores mas marginales de México y que yo llamaría español ranchero, y por último el español naco o urbano, hablado por la mayoría de la población urbana de México.

Cada una de estas variantes lingüísticas tiene términos, secuencias y significados únicos.

El espanglish, que como todos sabemos, es una fusión semántica del español con el inglés, intercambia códigos culturales ("code-switching") de los hablantes bilingües y las jergas profesionales.

Los ejemplos más conocidos son términos y frases como: "parkear" (estacionar), "venir para atrás" (regresar), "tomar un break" (tomar un descanso), "resetear" (restablecer), etcétera.

Luego tenemos el español ranchero, una variante del español que, por ignorancia ortográfica o flojera a la hora de verbalizar, deforma la pronunciación de muchas palabras y expresiones de uso común como serían: polecía, pediórico, airopuerto, étsito, aigre, Tlascala, Aclas, ira nomás, pa'qué...

Todas estas palabras y modos de hablar, que buena parte de la sociedad considera "normales", me recordaron el estribillo de la vieja canción de los Rábanos, que haciendo alarde del español ranchero, decía que: "Cuando estábanos cortando rábanos, unos cantábanos y otros llorábanos...".

Y por último tenemos el español urbano o naco, ese nuevo y horroroso idioma de las subculturas urbanas que millones de mexicanos de todos los niveles sociales hablan.

Encontré...

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