La tradición de Tateposco

AutorCecilia Durán

Los ecos de generaciones pasadas todavía resuenan en el camino que surcan los pastores en Tateposco. Ninguna división de años pasados es más importante que la entrañable tradición centenaria de las pastorelas.

Durante los ensayos es posible ver que la bruma se interrumpe con las pequeñas velitas que adornan el paisaje. La luz se desliza en pinceladas que abren la oscuridad.

Cada uno de ellos tiene un rol y un significado dentro de la representación teatral religiosa, personaje que es enriquecido por las vivencias de quien lo interpreta.

La obra carece de libreto escrito; no es necesario, puesto que generaciones y generaciones han transmitido vía oral los parlamentos de las pastorelas.

Las vestimentas de quienes intervienen en la puesta en escena también son las mismas: se heredan.

Cada personaje endoza su túnica, su disfraz y los accesorios que utiliza, la idea es que el siguiente no gaste y dos dote de otras características al pastor, al diablo, al capitán, a San José o a quien le toque interpretar.

Las pastorelas tienen como escenario las calles de Tateposco y como público al pueblo entero.

De tarde-noche, las actividades terminan, no hay nada más importante que participar de o en la escenificación.

La gente se rinde ante el paso de amigos, primos, hermanos y vecinos que gritan los diálogos, bailan y cantan -como si participaran en una procesión.

Cuando cae la noche, comienza la función.

El origen

"Pese a la controversia por su origen exacto, la mayoría está de acuerdo que el nacimiento de la pastorela de Tateposco se remonta a los años iniciales de la Evangelización en el occidente de México, cuando los frailes franciscanos y, posteriormente, los padres agustinos utilizaron el teatro público para enseñar a los habitantes indígenas de estas tierras la doctrina cristiana", asegura el investigador y documentalista Francisco Ibarra.

"Alrededor de 1530, varias zonas del occidente mexicano, incluida la región entre Tonalá y Tlaquepaque donde se ubica Tateposco, comienza a escenificarse en la época de Navidad, el rito llamado 'Las Caminatas de las Pastorelas'".

A través de las generaciones

Al contrario de lo que sucede con el resto de las pastorelas, que se realizan del 16 hasta el 24 de diciembre, las de Tateposco comienzan en Nochebuena y terminan el primer día de enero.

Y es que el objetivo es festejar la despedida de un año y comenzar uno nuevo.

Los niños de la comunidad son quienes interpretan a los pastorcillos; ellos tienen la tarea de...

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