Viven pesadilla

AutorJulio Cárdenas y Carlos Ibarra

Aquí dentro no importa la época del año; el estudio puede convertirse en pesadilla.

En primavera, los alumnos de la primaria Carlos Enrique Castillo Peraza sudan la gota gorda, pues alcanzan hasta 35 grados Celcius en el interior; en el temporal, las goteras humedecen las lecciones; en invierno, el frío se les cuela hasta los huesos.

Las aulas provisionales de este centro educativo de la Colonia Francisco Villa, en Tonalá, son utilizadas por 169 niños, divididos en seis vagones. La escuela es una de las 30 en este Municipio hecha de materiales como lámina y multipanel.

Los sanitarios móviles, aunque se limpien, propician mal aspecto al terreno.

"Las condiciones de las aulas ya están deterioradas porque ya son seis ciclos escolares; ya las puertas, las ventanas ya no cierran; sí tenemos muchas necesidades en cuanto al edificio", indica Héctor Manuel García Aguilar, el director.

"Las aulas adentro ya se están abriendo, hay agujeros en algunas de ellas y corremos el riesgo de que los niños puedan tener un accidente".

Desde 2012, la Secretaría de Educación Jalisco ha sustituido 712 aulas improvisadas y este año la meta es cambiar mil 22 por materiales duraderos.

Mientras tanto, el tiempo pasa factura y el deterioro es constante, ante la impotencia del personal docente.

El profesor René Valdivia Gutiérrez guarda una amarga experiencia que vivió hace dos años en la escuela de...

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