Desafíos para curiosos

AutorCecilia Núñez

Ni el tiempo ni la ciencia han sabido descifrar los misterios que rodean estos singulares destinos, que durante años han llamado la atención de miles de curiosos alrededor del planeta. Muchos viajeros recorren kilómetros movidos por la creencia en fenómenos sobrenaturales; otros, aceptan el desafío de buscar razones donde sólo existen leyendas

MÉXICO

ZONA DEL SILENCIO: MAGNETISMO EXTREMO

Las señales de los celulares, radios o cualquier aparato se desvanecen sin motivo aparente; las agujas de las brújulas enloquecen y dejan de apuntar al norte magnético. A pesar de que son muchos los que han vivido estas anomalías electromagnéticas, no hay evidencia científica que explique las razones de estos fallos.

Al norte de México, entre Chihuahua, Coahuila y Durango, se encuentra este epicentro de fenómenos inexplicables.

La llamada Zona del silencio adquirió fama en la década de los 30, cuando el piloto mexicano Francisco Sarabia reportó el misterioso fallo de su equipo de radio mientras sobrevolaba el sitio. En 1970 cayó aquí el cono del cohete espacial Athena de la NASA. Lanzado en New River (Utah) y destinado a aterrizar en White Sands (Nuevo México), el cohete se desvió inexplicablemente mil 500 kilómetros al sur, hasta llegar a este sitio.

Los técnicos de la NASA que tuvieron la misión de recuperar los restos del cohete, también se interesaron por hacer un muestrario completo del lugar: llevaron planos topográficos, muestras de tierra, minerales, insectos y plantas. Nunca revelaron el porqué de su interés ni los resultados arrojados por aquel estudio.

La Zona del silencio también es famosa por ser un magneto de meteoritos; muchos creen que es una especie de ventana en la atmósfera que atrae cuerpos extraterrestres.

Para llegar a ella hay que recorrer 55 kilómetros al noreste de la población de Ceballos, por la carretera 49 Torreón-Chihuahua y seguir el camino de terracería hasta la base del cerro San Ignacio, todo bajo fuertes rayos solares, que son 35 por ciento más intensos que en cualquier otro lugar del mundo.

MALASIA

CUEVAS DE BATU: EL DOLOR NO EXISTE

Tres cuevas de hasta 400 metros de longitud y 100 metros de altura, rodeadas de numerosas cuevas pequeñas, son un importante centro de peregrinaje, conocido como el hogar del dios hindú del poder, Murugan.

Para ver de cerca este escenario montañoso, basta llegar a Malasia, tomar el transporte público y recorrer 13 kilómetros al norte, subir 272 escalones y darle un plátano o un puño de...

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