Al abrigo de Vica y Gabriel
| Autor | Katy Díaz |
Hoy es Nochebuena y para la mayoría de la gente hoy es un día lleno de felicidad por el nacimiento del Niño Jesús, ya que es cuando afloran los buenos sentimientos y cuando casi todos están contentos, pero hay personas que también sufren debido a carencias físicas, sentimentales, económicas o espirituales.
Vica Andrade y Gabriel Soto, la conductora de Al Fin de Semana y el cantante de Kairo, respectivamente, saben lo que es pasar una dulce y también una triste Navidad y hoy nos hablan de ello; además quién mejor que ellos para mostrar las novedades que vienen en abrigos, seguramente sus tips te ayudarán a recibir más calientito esta Nochebuena y también el 2001.
Dulce Navidad
Las navidades en la casa de la mamá de Vica, en Costa Rica, suelen ser bastante divertidas, ahí la conductora se reúne con sus seis hermanas, sus cuatro hermanos, su hijo Sean y sus 21 sobrinos. Todos bailan, cantan, cenan, rezan y cada uno habla de sus cosas, pero cuando era pequeña, Vica solía echar mucho de menos a su papá.
"Las navidades en mi casa siempre fueron muy bonitas, lo único que a veces me ponía triste es que nunca tuve a mi papá", menciona.
"Mis papás se separaron cuando yo tenía tres años y en ese entonces y los años siguientes él me hizo mucha falta, digo, aunque no conviví mucho con él, sí me pesaba no tener un papá. Me acuerdo que en la mañana del día 25 todos mis amiguitos salían con sus juguetes nuevos y el papá les decía cómo usarlos pero en mi caso yo siempre aprendía solita y, no sé, esas cosas como que sí me golpearon un poquito".
Otra Navidad que estuvo ensombrecida por la tristeza fue la de hace cinco años, pues la familia de Vica lloró la pérdida de una sobrina que falleció, meses antes, en un accidente automovilístico.
La niña tenía 10 años y murió en un choque en el que su mamá (hermana de Vica) fue partícipe.
La costarricense recuerda que en la Nochebuena de ese año, ella y sus familiares trataron de pasarla bien, pero a final de cuentas resultó inevitable derramar algunas lágrimas.
"Esa Navidad fue muy difícil, fue de llanto, nos hizo y nos sigue haciendo mucha falta la niña, recuerdo que todos estábamos tristes, no se diga mi hermana, pero todos nos hacíamos los fuertes para darle valor y aliento.
"Mi hermana estaba muy dolida así que fue una Navidad tranquila, platicamos mucho, rezamos y de repente yo entraba a una habitación y me encontraba ahí a mi hermana, escondida, llorando. Ella todavía se pone un poco mal, pero esa Navidad ha...
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