Acrobacia social

AutorRebeca Pérez Vega

Además de ser un divertimento, el circo es un factor de desarrollo. Es una disciplina artística que puede modificar entornos violentos, pero también generar autoempleo, expresan Juan Carlos Hernández y Antolio Benítez, formadores de Circo del Mundo, el programa de acción social del Cirque du Soleil.

Los artistas vinieron en abril pasado para capacitar a 15 representantes de compañías tapatías y del País, como Risoterapia, Machincuepa, Circo Dragón y Alebrije, y este mes regresaron a la Ciudad para terminar la experiencia de trabajo con circo social, como parte de las actividades del Festival Periplo 2018 que empezó este lunes y acabará el 29 de julio.

"El circo social es una herramienta de intervención que utiliza una pedagogía alternativa en la enseñanza de las artes circenses no para ser artista, sino utilizar la técnica como un medio para el desarrollo integral de los jóvenes, es decir, que desarrollen valores, que potencie su imaginario, pero también distintas herramientas para expresarse y sentirse libres", describe Antolio Benítez.

El propósito del circo de carácter social es establecer nuevas dinámicas de desarrollo en comunidades en conflicto o con altos índices de marginación. A través de esta disciplina artística se aprende a trabajar en equipo, se refuerza la autoestima, se incrementa la seguridad personal y emocional.

"Uno de los objetivos es aprovechar la marginalidad como una herramienta creativa, aprovechar esa capacidad y recursos que se tiene para sobrevivir y canalizarla de una manera constructiva y positiva, para...

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