Adiós, maestro Pajarito

AutorSandra González

Sus manos labraron por décadas el barro canelo, que heredó de su padre y sus abuelos, y aunque ya no se tendrá su presencia física, su legado como artesano se vive cada día.

Ayer falleció a los 84 años Nicasio Pajarito, uno de los grandes maestros artesanos de Jalisco y de México, quien en 2002 recibió el que para

él fue el mayor reconocimiento de su carrera, el Premio Nacional de Cerámica, que le otorgaría el Presidente Vicente Fox. Su mal renal lo frenó poco antes de cumplir 85, pues nació el 13 de octubre de 1935, en El Rosario, Tonalá.

Pajarito será recordado como un hombre que no sólo preservó una tradición familiar, sino que encumbró las piezas de este material dándoles otro valor, revolucionándolas, y es considerado, para el Museo de Artes Populares de Jalisco, como uno de los cinco artesanos tonaltecas que innovaron en sus técnicas. Esto sin contar los innumerables reconocimientos a su trabajo por todo el País.

Además de contagiar su amor por la profesión a sus hijos, pues seis de los ocho que tuvo dedican su vida al barro canelo, logró ser un guía para muchos que se interesaron por trabajar con este material.

El más joven de sus hijos, Pablo Pajarito, quien ha ido más allá en su oficio para darle un toque contemporáneo, ve a su papá en la parte final de su vida como un gran guía, y hace la analogía de él como el entrenador del mejor equipo de futbol del mundo.

"Mi papá por 15 años, después de dejar su oficio, dirigió a su familia, sus hijos, dirigió a muchísimas personas en...

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