De adobo para el agente

AutorBenito Jiménez

MÉXICO.-El trabajo policial de ayer no fue parejo.

Granaderos del Distrito Federal, algunos denominados Zorros y Relámpago, se llevaron la peor parte, al ser blanco directo de las pedradas, botellas y bombas molotov arrojadas por jóvenes anarquistas, a los que rodearon y por momentos encapsularon.

En contraste, la Policía Federal pasó el día en el confort, detrás de las vallas metálicas de más de tres metros de altura, sonriendo entre ellos, descansando en camiones y comiendo tacos, golosinas, tamales, y sus respectivos lonches.

Los federales prácticamente acabaron con el millar de tacos de un vendedor que dejaron entrar al interior de las vallas con su canasta a ofrecer los de adobo, mole verde, papa y chicharrón.

"Acá, taquero, ya déjenlo, acá también queremos", gritó un federal.

Otros acudieron al GoMart de Lorenzo Boturini y Congreso de la Unión a comprar aguas frescas, papas fritas y burritos de frijol con carne.

En tanto, afuera de esa zona amurallada, la gota gorda de sudor rodaba por los rostros colorados de los policías antimotines de la Ciudad de México, agotados y lastimados por las escaramuzas con los radicales.

"No hubo apoyo, siempre estuvimos nosotros al frente", expresó un granadero a uno de sus compañeros, molesto, sudoroso, y que sangraba de la mano, tras una quemada por una bomba molotov.

Detrás de las vallas también fueron colocados policías adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, del Agrupamiento a Caballo, que pasaron las horas de un lado a otro sobre Avenida Congreso de la Unión, del Viaducto a San Lázaro.

Otros efectivos, también del Distrito Federal, pasaron la marcha hablando por radio y escoltando a legisladores que ingresaron desde las 15:00 a la Cámara de Diputados.

En tanto, los granaderos que fueron comisionados a seguir a los manifestantes más radicales, incluso marcharon con el peso del chaleco antibalas, los escudos, hombreras, coderas, rodilleras y cascos. Bajo el sol a plomo y sin tolete.

Para la Policía Federal el arribo de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), estudiantes y anarquistas, por Avenida Fray Servando, fue el momento más crítico.

Los mandos mandaron a traer dos camiones con expulsores de agua, como los utilizados en Oaxaca en noviembre de 2006, para dispersar a los manifestantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

Para como vieron el contingente, de nutrido, también mandaron por un autotanque con 20 mil...

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