Agenda Ciudadana/ Un arte nuevo: la crítica en la democracia

AutorLorenzo Meyer

Efectos del gran cambio

Lo que efectivamente sucede en el mundo del poder siempre quedará por debajo de lo que podría y debería ser. De ahí la necesidad de examinar la realidad política a la luz de sus limitaciones y deficiencias para intentar superarlas, Por ello, y aun en las mejores circunstancias, la crítica mantiene su razón de ser.

Lo que ocurrió en México el 2 de julio fue una elección presidencial crucial, una que llevó a la alternancia de partidos en el poder y, como consecuencia de ello, desembocó en algo poco frecuente, importante y que a lo largo de nuestra historia se ha visto únicamente un puñado de veces: un cambio del régimen político. Y no sólo eso, sino que la transformación se llevó a cabo por la vía legal y pacífica, algo totalmente inédito en nuestra experiencia nacional y con pocos precedentes en cualquier otra parte. En circunstancias tan novedosas, el arte de la crítica política debe registrar la novedad pero no modificar su esencia.

La transformación que hoy está viviendo la sociedad mexicana en la arena del poder público implica, entre otras cosas, que el objeto de la crítica ya no es el que por tanto tiempo fue. En efecto, desde hace decenios y hasta hoy, el cuestionamiento de fondo a la estructura de poder vigente era la falta de legitimidad de la estructura misma. Sin embargo, a partir del cambio no sólo de Presidente y partido sino de las reglas del juego, esa falta de legitimidad global se marcha junto con quienes fueron democráticamente derrotados. Cuando un nuevo equipo asuma la dirección de la compleja red de instituciones que conforman el sistema político en su conjunto, la crítica deberá asumir como punto de partida que estará examinando a un nuevo régimen, a uno que tiene la legitimidad que le da el haber nacido de una elección real, pues por lo que al triunfador se refiere, el proceso en virtud del cual va a asumir el poder cubrió al pie de la letra todas las condiciones para ser considerado democrático, pero lo democrático no asegura, ni de lejos, eficacia, honestidad y sentido sustantivo de justicia.

La legitimidad

Hoy por hoy, una parte de la opinión pública pareciera aún no darse cuenta cabal de la magnitud del cambio que acaba de tener lugar en la arena del poder en México. Sin embargo, una definición de lo que es un régimen político puede ayudar a poner en su justa dimensión lo ocurrido el 2 de julio y a comprender sus posibles consecuencias presentes y futuras. Para S. Krasner, un régimen político -que lo mismo puede ser nacional que internacional- es el conjunto de "principios, normas, reglas y procedimientos, implícitos y explícitos, que regulan el proceso de la toma de decisiones (políticas) alrededor de los cuales convergen las expectativas de los actores" (International Regimes, Cornell University Press, 1983, p. 186).

Usando la definición anterior, podemos asegurar que si bien y como resultado directo e inmediato de la pasada elección presidencial no se han modificado aún los principios, normas, reglas y procedimientos...

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