Agenda Ciudadana/ La desconfianza como punto de partida

AutorLorenzo Meyer

¿Cómo construir si no se confía en la meta?

La confianza se puede definir como la creencia firme en algo o alguien; la desconfianza, por tanto, es el temor o, peor aún, la certeza de que algo o alguien no corresponde a lo que debería ser. En principio, México está inmerso en un proceso histórico de gran importancia: la construcción tardía, pero necesaria, de la democracia política formal, como paso insustituible para construir la otra: la democracia sustantiva, que incluye el Estado de Derecho, la gobernabilidad, la eliminación de las desigualdades mayores y la autoestima colectiva. Sin embargo, en la práctica, el espíritu que hoy campea en la sociedad mexicana no es precisamente el propio de una colectividad segura del camino que sigue para llevar a cabo la gran tarea y que es el de la confianza, sino el de su opuesto, y eso es preocupante, por decir lo menos.

Los jóvenes y la política

En su mensaje con motivo del Año Nuevo, el Presidente Ernesto Zedillo aseguró, optimista, que: "Los mexicanos estamos viviendo plenamente la democracia". Una opinión tan contundente como positiva sobre la naturaleza de nuestra vida política contrasta vivamente con los resultados que arroja una encuesta hecha por el Instituto Mexicano de Investigaciones Educativas entre estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México. En esa encuesta se muestra que el grueso de los estudiantes universitarios (86 por ciento de quienes apoyan la huelga en esta institución y 95 por ciento de los que no la apoyan) no pudieron haberle creído al Presidente porque simplemente consideran que México no es una sociedad democrática; no puede vivir lo que no existe. El contraste entre el jefe del Poder Ejecutivo y los estudiantes -entre el gobernante y un sector estratégico de los gobernados- difícilmente podía ser mayor: habitando en el mismo país, perciben su realidad de manera opuesta. Otra encuesta -ésta es una elaborada por el Centro de Estudios e Investigaciones de la Juventud con una muestra de mexicanos entre 18 y 24 años de edad- arrojó un resultado igualmente revelador y más desalentador, incluso, que el anterior: mientras el 70 por ciento de los encuestados dijo tener confianza en la familia como institución, ¡únicamente el 1 por ciento se expresó de igual forma respecto de las instituciones políticas y literalmente nadie -cero por ciento- aceptó confiar en el Gobierno! (MURAL, 10 de enero). ¿Cómo se explica esta auténtica zona de desastre en materia de credibilidad de las autoridades entre los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR