Alberto García Ruvalcaba / Indignación sin puntería

AutorAlberto García Ruvalcaba

Al respecto de la indignación que ha provocado la liberalización del precio de la gasolina, y que ha hecho salir a miles de tapatíos a manifestarse a las calles, no puedo dejar de advertir cuán poco examinado tienen el asunto y cuánto estorba la indignación para que lo examinen.

La indignación es un buen percutor de la acción, pero no sirve como cañón para conducirla porque es una emoción y las emociones son ciegas. Apelar a la indignación como argumento para sostener la verdad de un juicio es una falacia. Su nombre en latín es argumentum ad probus indignatio.

Para el indignado, la verdad de su indignación es la prueba de la verdad de su creencia. La fuerza irrefutable de su emoción confirma su convicción, pero lo blinda contra los poderes críticos de la razón. La certidumbre del enojo, sin embargo, no justifica por sí misma ningún razonamiento ni conclusión. No basta estar indignado, hay que tener razón.

Una prueba de esta ceguera racional es la exigencia de los petroindignados de que renuncie Peña Nieto, cuando hay mejores razones para indignarse que el "gasolinazo", y también mejores beneficiarios de su ira.

Por qué no exigir, por ejemplo, la renuncia de Francisco Ayón por llevar a Jalisco al lugar 26 de los 32 Estados del País en calidad educativa, según el Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa 2016, que realizó la organización Mexicanos Primero.

Por qué no exigir la renuncia de Jueces y Magistrados por llevar a nuestro Estado a ocupar el lugar 23 en calidad de justicia, según el Índice de Competitividad Estatal 2016 elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad.

Por qué no exigir se investigue a los políticos locales por haber mantenido durante 12 años como Auditor del Estado a un opaco y oscuro personaje, Alonso Godoy, que traicionó a los jaliscienses sistemáticamente.

Por qué no indignarse con el Consejo Universitario de la UdeG y su Jefe Máximo, por haber hecho de nuestra Universidad una opaca empresa de espectáculos en demérito de la enseñanza y de la investigación, y por haber medrado a su sombra como un furtivo partido político, un sindicato de intereses extrauniversitarios.

Por...

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