Alberto García Ruvalcaba / Vasos comunicantes

AutorAlberto García Ruvalcaba

Uno de los placeres de la lectura es el de encontrar inesperados vasos comunicantes entre libros, y entre la literatura y la realidad. Ayer, por ejemplo, mientras saltaba a la fama efímera de las redes sociales el término pigmentocracia, me topé con el mismo término en la novela Versos satánicos, de Salman Rushdie. El director de una agencia de publicidad felicita con doble filo al protagonista moreno de la novela, originario de India, por haber estado bien en un anuncio, "para ser una persona de persuasión pigmentada".

Otras veces las intuiciones de la literatura se adelantan a la ciencia. Así lo hizo Suetonio en Las vidas de los doce Césares, cuando observando que Julio César se había vuelto más cauto con los años, "convencido de que, habiendo conseguido tantas victorias, no debía tentar a la fortuna", habría concluido que "con una victoria ganaría siempre menos de lo que perdería con una derrota". Razonamiento que anticipa la tesis que le valió el Nobel de economía a Daniel Kahneman (concebida junto con Amos Tversky) sobre la teoría de aversión al riesgo, según la cual las personas prefieren evitar una pérdida a adquirir una ganancia de la misma magnitud.

La explicación retrospectiva, que también analizó Daniel Kahneman en su libro Thinking Fast and Slow, según la cual "no podemos suprimir la poderosa intuición de que lo que tiene sentido en retrospectiva fue predecible en el pasado", también formula así: "la idea de que el futuro es impredecible es socavada a diario por la facilidad con la que el pasado es explicado", es una idea que ha sido abordada por la literatura. Me la topé en el libro El castillo blanco, de Orhan Pamuk, formulada de este modo: "Todas las historias son una cadena de casualidades. Pero incluso los que son conscientes de esa realidad, cuando llega cierto momento de su existencia y miran atrás, llegan a la conclusión de que lo que vivieron como casualidades no fueron sino hechos inevitables". También me la encontré en el libro de Siete cuentos japoneses, de Junichiro Tanizaki, expresada así al...

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