Aleja demonios

AutorJuan Carlos García

Alejada de los fantasmas del alcohol, la depresión y la ansiedad, Florence Welch disfruta su oficio de cantautora, de símbolo femenino del rock-pop y de referencia como líder musical internacional, sin sufrimientos ni malas vibras.

Con la perspectiva a distancia, a una década de haber debutado con el álbum Lungs, como Florence and the Machine, la británica, de 32 años, admite que nada ha sido fácil, pero que tampoco se sumió en un laberinto sin salida por los padecimientos que sufría.

"He sido tímida y retraída toda mi vida. Creo que la depresión y la ansiedad han estado presentes siempre y he podido discernir lo que vivo y aceptarlo. La ansiedad es algo que todavía debo aprender a manejar. Quizás me ha servido meditar, tratar de no controlar todo.

"Mi ansiedad es parte de la lucha que sostengo todos los días y me ha empujado a conocer más, a sentirme mucho más humana y vulnerable. Nunca he creído que sea malo pedir ayuda, y, por ejemplo, para vivir con depresión es ideal acudir a quien sabe del tema", expresó Florence, en enlace telefónico desde Londres.

Y aunque no llegó a la dependencia del alcohol, la intérprete de "Dog Days Are Over" y "Spectrum (Say My Name)" sí lo consideró como un desinhibidor para sus shows y procesos de composición, pero hoy, cada día está menos presente.

"Es una trampa emocional. Creo que todos somos capaces de discernir entre elegirlo por un placer sensorial momentáneo y considerarlo la solución o el escape a todo. En resumen, no es la solución".

Con su reciente disco, High as Hope, como la estructura medular de su gira actual, Florence y su banda vendrán a México para tocar el 15 de junio en el Palacio de los Deportes, el 16 en el Auditorio Telmex de...

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