Alejandro Lora/ 2020: Odisea de Lora
| Autor | Alejandro Lora |
Músico
A diferencia del Siglo 20, cuando la música rock se hacía con el alma; ahora en el 2020, cada vez hay más tecnología en torno a la música, pero lo electrónico la hace más hueca, fría, mecanizada e insensible, porque nunca una máquina por más exacta y precisa que sea ha podido reproducir la sensibilidad que el ser humano posee.
No solamente el rocanrol, sino la música de todos los estilos: folclórica, romántica, pop, comercial y clásica, ha seguido teniendo intérpretes que son los que realmente hacen que uno vibre con la música porque el estilo meramente electrónico es como de fondo; incluso hoy hasta un niñito en su computadora personal puede hacer música y, paradójicamente, hasta puede tener éxito...
Con la proliferación de sistemas avanzados, que surgieron con el MP3, actualmente cualquier persona puede escoger la música de cualquier parte del planeta y uno mismo hace su programación.
Ahora hay tantos aparatos nuevos que sirven hasta para que los que cantan fuera de tono se escuchen en tono, la tecnología he evolucionado mucho, pero el sentimiento continúa siendo básico para la música, esto es lo que hace que la música sea. Por más que se quiera sintetizar los sonidos en un disco duro o el pensamiento del hombre, no pueden ser encerrados en un DAT (Digital Audio Tape).
Ha quedado demostrado que la creatividad del ser humano es infinita, pero no por ello las máquinas han logrado ocupar el espacio creativo del hombre, las computadoras simplemente reproducen en cantidades desorbitantes lo que la persona crea, pero no han podido crear.
Gracias a Dios que me prestó vida, salud y creatividad, en esta época puedo seguir con mi vicio y mi vida: el rocanrol, siempre tratando de comunicar en mis canciones la opinión y la forma de sentir de la gente. De hecho, en este 2020 toco 21 años menos pinche que en 1999, porque ya cumplí 51 años de rocanrolear y de dar gritos y guitarrazos.
Las giras de El TRI en estos primeros 20 años del Siglo 21 siguen siendo como en antaño: una tocada más, con la diferencia de que suelen ser transmitidas en directo por Internet a todo el mundo, siendo vistas y escuchadas como si se estuviera en el concierto.
Físicamente puedo continuar rocanroleando con la misma vitalidad que en el siglo pasado, mi físico es lo de menos, pues nunca he vivido de él, porque gracias a Dios donde tengo el rollo es en el cerebro y no en el cuerpo. Recuerdo que leyendas como John Lee Hooker y B.B. King...
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