Alejandro Canales Daroca / Las voces del Centro
| Autor | Alejandro Canales Daroca |
El ejercicio que realiza MURAL al darle voz a quienes algo tienen que opinar acerca del Centro Histórico aporta material que supongo, algún beneficio le brindará a éste.
Sobre lo que a la fecha se ha publicado me llama la atención que por primera vez se escuche a quienes habitan el Centro. La encuesta practicada a 293 personas, no obstante sus limitaciones, aporta algunos datos interesantes y sobre todo, se revela como instrumento fundamental para conocer objetivamente el caso.
De los resultados destaco los siguientes:
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- Sólo una tercera parte de los encuestados (o su familia), es dueño de su vivienda. El dato es relevante en cuanto a que quien es dueño de su vivienda, la cuida, le da mantenimiento; en caso contrario la casa tiende a deteriorarse.
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- La mayor parte de la gente (76%) que viven allí, están satisfechos.
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- Los factores que determinan su satisfacción son la cercanía, la tranquilidad y la comodidad. Poco se quejan de falta de estacionamiento y de la seguridad.
Sería sumamente revelador conocer el perfil socioeconómico de los habitantes del Centro, para tener elementos que permitan contextualizar sus opiniones.
Interesante también será conocer la opinión de la gente que dejó el Centro. ¿Por qué lo abandonaron? Y por otra parte ¿Quiénes están llegando a habitarlo, qué los llama? ¿Quién trabaja en el centro?, ¿cuántos son?, ¿cómo llegan a él?, ¿qué hacen?, ¿cuál es su opinión?.
Todavía mas interesante es saber quiénes son los dueños de los edificios, sobre todo los que no viven en ellos, cuál es su visión sobre el tema.
Como éstas, existen una serie de preguntas de las cuales debiéramos conocer las respuestas, para que, tomándolas como base, podamos construir un plan integral de intervención que tenga fundadas posibilidades de éxito.
Por otro lado, quienes nos dedicamos a la conservación del patrimonio hemos hablado en repetidas ocasiones sobre éste. Hasta la fecha, lo que ha dominado son opiniones (algunas con más, otras con menos criterio), que se presentan como argumentos técnicos, sin tener información fundada.
Ello nos ha llevado a construir un grueso expediente de buenas intenciones, discursos catastrofistas, de argumentos agresivos ("casatenientes sin escrúpulos, especuladores inmobiliarios, vendedores ambulantes, autoridades blandengues, el INAH no hace nada, ya destrozaron todo"), de propuestas buscachambas y otras que, siendo buenas, se diluyen en el mar de discursos que no le han dado rumbo a la conservación del...
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