'Amo la vida... y hay que seguir'

AutorMarco Castillo

MEXICO.- Dice Alberto Cortez que cuando un amigo se va queda un espacio vacío. Y, por más que quiera, Ernesto Alonso no podrá llenar el hueco que le dejó la muerte de María Félix, quien falleció el pasado 8 de abril a los 88 años de edad.

Sin embargo, el productor televisivo recuerda con entusiasmo a la mujer con quien hablaba de todo, quien lo quería con un afecto entrañable, la misma que le obsequiaba sacos, suéteres y encendedores cada vez que visitaba París, y a quien una semana antes de su muerte le llevó un aparato de DVD.

"Incluso el sábado, un día antes de su muerte, me pidió que le consiguiera dos películas francesas. Se las llevé, pero ya no supe si alcanzó a verlas", expresa el productor con mirada nostálgica, como pensando en su amiga y hermana que ya no comerá con él, ni reirán juntos en la charla de sobremesa.

Alonso, quien el lunes regresó a sus actividades normales luego de sufrir un desvanecimiento y desajustes de presión por la pena, dijo que la vida tiene que seguir, de ahí que se encontró en su oficina de Televisa San Angel en una junta de producción con Liliana Abud, escritora de La Otra, melodrama que él produce y que entra al aire el próximo 13 de mayo.

"Hay que seguir adelante en la vida, sobre todo porque tengo una telenovela que va a entrar pronto al aire. La vida hay que tomarla como ha sido siempre... bellamente. Yo amo mucho la vida y uno tiene que rehacerse de los golpes fuertes", señala con voz pausada, "pero ahí vamos... ya me siento mucho mejor", aseguró respecto a su estado de salud.

Aseguró que María nunca le hizo una encomienda antes de morir y es que, como muchos saben, a "La Doña" no le gustaba hablar de la muerte.

"Le gustaba mucho ver películas. Otra de las últimas cosas que me pidió fueron las películas de (Luchino) Visconti y, afortunadamente, en la empresa (Televisa) tenían casi toda la colección, así que pedí que me las grabaran y se las mandé a su casa", dice mientras esboza una leve sonrisa.

El consentimiento era mutuo y Alonso también recibía obsequios de su querida amiga, pues cada vez que ella visitaba París compraba algo especial para él.

"Me gusta mucho la ropa. Me traía un saco, o un suéter o un encendedor. Cosas que no tenían un significado enorme, pero que representaban mucho para nosotros ".

Alonso comenta satisfecho que "La Doña" le dejó una herencia que no se compara con nada: su amistad incondicional y la telenovela La Constitución.

"Desde que nos conocimos en 1938, nos quisimos. Ese...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR