Amor a cuencos

AutorCecilia Corral

Magia, encanto y fascinación han sido relacionados al consumo de té desde la antigüedad. Hojas y brotes de camellia sinensis (planta del té) son motivo de fábulas, leyendas e historias de amor.

En Anhui, la región productora de té más grande de China, se dice que un trágico romance dio origen al famoso Mao Feng.

En Jiangsu, la valentía de un pescador provocó el hallazgo del enigmático Pi Lo Chun, té verde de hojas tiernas con finas vellosidades blancas y enruladas como pequeños caracoles.

Mito o verdad, la camellia sinensis simboliza amor y amistad. Los conocedores dicen que el buen té siempre se comparte.

PILO CHUN

DE JIANGSU, CHINA. Elaborado a partir de brotes tiernos, cubiertos de una fina pelusa blanca; también se produce en Taiwán.

UNO DE LOS 10 TÉS MÁS FAMOSOS DE CHINA, su infusión desarrolla intensos aromas florales, color amarillo verdoso y gusto frutal de chabacano.

Hace mucho, Bi Luo, una hermosa mujer, y A Xiang, un joven pescador, eran una feliz pareja que vivía en la montaña Dongting.

Un día, un dragón malvado apareció en el lago Taihu, quiso tomar a Bi Luo como esposa, y amenazó con hacer la vida de la aldea insoportable si ella se negaba. A Xiang decidió desafiarlo; se zambulló en el fondo del lago con su arpón y, tras una terrible batalla, logró matarlo.

A Xiang quedó malherido e inconsciente y su amada Bi Luo, al ver que no mejoraba, subió a la montaña por hierbas medicinales. En la cima, descubrió un árbol de té. Aunque era sólo el inicio de primavera, el arbusto tenía nuevos brotes.

Bi Luo colocó su boca alrededor de un brote con la esperanza de que su aliento calentara las tiernas hojas y éstas crecieran más rápido. El plan funcionó; ella recolectó algunas piezas, las infundió para A Xiang y la mejoría fue inmediata.

Entonces, la joven volvió a la montaña, recogió todas las hojas, las envolvió en un papel fino y las puso contra su pecho para calentarlas y secarlas. Con las hebras, preparó más té y el pescador recobró por completo la salud.

Todo parecía ir bien; sin embargo, al poco tiempo Bi Luo comenzó a debilitarse. La joven, sin saberlo, había transferido toda su vitalidad a las hojas de té para curar a su amante. Un día, en los brazos de A Xiang, cerró los ojos y nunca más despertó.

Devastado por su muerte, A Xiang la sepultó en la cima de la montaña Dongting. Desde entonces, aquel arbusto de té se hizo más y más grande, y produjo hojas de gran calidad. En memoria de la joven, la gente llamó al té "Bi Luo Chun".

MAO...

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