Arranca risas Carrey con sus mascotas

AutorMario Abner Colina

En Los Pingüinos de Papá, su largometraje número 31, el canadiense Jim Carrey regresa a lo que mejor sabe hacer: las comedias familiares de acción real.

Sus dos anteriores películas, el filme animado digitalmente Un Cuento de Navidad y la comedia homosexual Una Pareja Dispareja, fueron experimentos en la carrera del humorista, que no consiguieron ni el éxito de crítica ni el de taquilla que se esperaba.

Este año, el famoso comediante decidió ponerse a las órdenes de Mark Waters, quien dirige la adaptación de Mr. Popper's Penguins, libro homónimo infantil de Richard y Florence Atwater, sobre una lección de vida para un frío padre de familia.

Carrey da vida a Tom Popper, un exitoso neoyorquino, divorciado y sin mucho interés en sus hijos, que recibe de regalo un pingüino vivo de la Antártica cuando está a punto de convertirse en socio principal de la compañía de bienes raíces en la que labora.

Graznidos, aleteos y chapuzones del ave en la tina de su apartamento empiezan a poner de malas a Popper, y el sentimiento se incrementa cuando otros cinco pingüinos llegan a vivir con...

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