Se arropan contra crisis
| Autor | Minerva Flores |
Encontrar una oportunidad en medio de la crisis es una tarea que esta empresa superó en 1994, cuando entró al mercado de la industria textil en Guadalajara; ahora, Uniformes Jacobo vuelve a sortear una etapa económica difícil.
A los 27 años de edad, Juan Enrique Jacobo Baruqui regresó a la Ciudad, luego de vivir en el Distrito Federal con su familia, y decidió incursionar en el sector donde sus abuelos ya habían emprendido un negocio, la tienda de ropa Casa Baruqui.
"Mis abuelos, tanto paternos como maternos, tuvieron fabricas de ropa; mi abuelo materno tuvo una fábrica de pantalones y camisas aquí en Guadalajara, y tenía tiendas", recuerda.
Aunque él estudió Sistemas Computacionales e Informática y trabajó en varios corporativos en el DF, hace 15 años decidió abrir su empresa.
Empezó comercializando playeras de la marca Hanes, y recuerda que sólo contaba con cuatro cajas para su primera venta.
"Cuando distribuíamos Hanes, a mí me llegó a la cabeza el 'por qué no en vez de vender una marca que ni siquiera era mexicana, empezar a vender nuestra propia ropa'. Entonces empezamos mandando a maquilar y después nosotros a fabricar nuestra propia marca.
"Hoy en día lo que nos mantiene es nuestra propia marca, que es Jacobo", comenta Juan Enrique con orgullo.
Las circunstancias para el sector textil en México no han sido del todo favorables en la última década; sin embargo, Uniformes Jacobo continúa en el mercado y no sólo tiene su propia marca, sino que también maquila para marcas extranjeras como JC Penney, GAP, entre otras.
"Hemos tenido de todo, momentos muy buenos y momentos muy difíciles. En la industria textil se ha visto afectada por mercados internacionales, pero mal que bien hemos ido sorteando", dijo.
Entre sus clientes, Juan Enrique puede presumir a corporativos internacionales como Pepsi y Coca-Cola, y en la industria automotriz, a Ford y Toyota.
Uno de los retos por enfrentar para Uniformes Jacobo es la optimización y la eficiencia, ya que la competencia en el mercado es cada vez mayor, y para enfrentarla lo hace con calidad y con un precio competitivo.
Aunque entre su planes no estaba concursar en las licitaciones del Gobierno, éstas ahora se han convertido en uno de los puntos importantes para la empresa.
Junto con su hermano Alberto, quien tiene su propio negocio en la Ciudad de México, abarca prácticamente toda la República.
Juan Enrique cuenta con una plantilla laboral cercana a los 80 empleados en su propia maquiladora, en...
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