Arteaga: Secreto en la sierra

AutorAnaline Cedillo

Fotos: Analine Cedillo

Enviada

ARTEAGA, Coahuila.- Hacia donde se mire, frondosos pinos, oyameles y encinos salpican las montañas. El verdor intenso de la Sierra de Arteaga complica asimilar que, a menos de 100 kilómetros de distancia, un desierto gobernado por cactáceas aún guarda las huellas milenarias del pasado jurásico.

Este pulmón de Coahuila, enclavado en la Sierra Madre Oriental, es un escape clásico entre saltillenses y regiomontanos. El bosque guarda un secreto que corre a voces desde hace una década: una pista de esquí artificial, única en su tipo en Latinoamérica, está abierta a los aventureros todos los días del año.

En busca de esta diversión, y otras que sólo suceden en ciertas épocas, familias enteras dejan atrás la ciudad y siguen el camino hacia la sierra, donde el plan más popular es alojarse en cabañas, como las de Bosques de Monterreal, el resort donde se encuentra la singular pista.

Los encantos serranos no sólo atraen a visitantes de la zona. Además de turistas de otros estados de la República, es frecuente ver viajeros canadienses, quienes aún teniendo bosques impresionantes buscan la experiencia mexicana, asegura Mario Sepúlveda, gerente de operaciones de Bosques de Monterreal.

En verano, cuando en algunas zonas del estado el termómetro puede ir más allá de los 36 grados centígrados, la sombra de los árboles regala temperaturas que rondan los 20, ideales para organizar caminatas, excursiones a caballo, en cuatrimoto o bicicletas de montaña, además de las infaltables tardes de carne asada y "cheves", al más puro estilo norteño.

En el centro alpino, de mil 200 hectáreas y más de 50 cabañas disponibles para rentar, cualquier día es bueno tanto para aprender a esquiar como para lanzarse sobre tablas de snowboard y llantas inflables de plástico en las que se practica tubing.

Guiados por instructores certificados, esquiadores de todas las edades se deslizan por el empinado sendero blanco que semeja una alfombra gigante, extendida por la ladera.

La pendiente de la pista tiene una inclinación de 20 grados y mide 40 metros de ancho, por 230 metros de largo. El material del que está hecha se llama "dendrix" y es una suerte de espuma plástica que tiene un diseño en forma de panal que no se derrite ni se congela.

Hasta el punto de salida los esquiadores llegan a través de dos tipos de lifts o ascensores, uno de telesilla austriaca y otro de banda.

El espectáculo se admira mejor desde el restaurante del complejo...

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