#AsiLoVeo

DOLORES DÍAZ AGUIRRE

La estructura en la que se sostienen las políticas culturales del País requiere una atención prioritaria. No sólo se trata de designar a los titulares de las diversas instancias que administran el presupuesto en la materia y generan las condiciones para que artistas, creadores, gestores y público en materia cultural desempeñen su rol, sino de disponer de perfiles con sensibilidad y audacia para sortear problemas de índole económico, administrativo y social. Tal es el caso de la recién nombrada encargada de despacho del FONCA, Marina Núñez Bespalova, quien, en primera instancia, debe enfriar la relación entre creadores y este organismo, creado, entre otras cosas, de la asignación de becas para los artistas.

Y al hablar de templar la relación entre creadores y el FONCA es porque Núñez Bespalova se subió al encargo para clarificar y consolidar la misión de una instancia como esta. Sin embargo, tras establecer mesas de trabajo itinerantes por el País para escuchar a los creadores, los primeros acercamientos demandaron mayor presupuesto para la cultura, crear condiciones de seguridad social a los creadores; criterios de paridad de género al interior del FONCA, así como evitar contratos o asignaciones de becas a quienes tengan denuncias legales por violencia de género.

En Jalisco también se realizaron mesas de trabajo. El pasado febrero se convocó en Tlaquepaque a creadores y empresarios, además de artesanos y otros...

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