Asperger, no autismo

AutorMaría Silva

Está considerado dentro del espectro autista, pero quizá a largo plazo, y con la inclusión de una terapia, quienes tienen el síndrome de Asperger (SA) pueden adaptarse llevar una vida normal.

El psiquiatra y pediatra austriaco Hans Asperger lo define en 1944 como un desorden del desarrollo que afecta la habilidad de socializar y comunicarse efectivamente.

Aunque es hasta 1981 que la psiquiatra Lorna Wing utiliza el término en una revista especializada, en reconocimiento al trabajo de Hans, y ya en los 90 es conocido internacionalmente como entidad clínica e incorporado al Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales.

"El síndrome de Asperger tarda en identificarse", menciona Martha Dávalos, directora del Centro Especializado en Asesoría y Terapia del Habla (CEATH) y otorrinolaringóloga.

"Ha habido casos que se diagnostican incluso a los 11 años o llegan a la edad adulta sin saberlo, aunque con observación clínica y un estudio integral puede sospecharse desde antes de los 4 años, cuando es común que empiece a tratarse".

El niño con Asperger retrasa un poco el lenguaje, pero una vez que inicia, lo aprende a buen ritmo.

"Debemos poner especial atención si el bebé no presenta balbuceo a los 12 meses, o a los 16 no han aparecido las palabras simples, y si a los 2 años no junta dos palabras de manera espontánea (no es lo mismo que repita como en eco)".

En la actualidad no se ha identificado una causa específica para que el síndrome se presente, puede deberse a múltiples factores, aunque el principal es la genética.

Los criterios para su diagnóstico incluyen comunicación e interacción social, comportamientos repetitivos, restrictivos y estereotipados. Mientras que los síntomas están presentes desde etapas tempranas del desarrollo y afectan áreas del funcionamiento normal del menor.

El Día Internacional del síndrome de Asperger es el 18 de febrero. La Asociación Americana de Psiquiatría estima que 3 de cada mil personas podrían tenerlo, y con más frecuencia los varones. Además, que científicos como Albert Einstein e Isaac Newton, y artistas como Miguel Ángel y Beethoven pudieron vivir con esa condición.

"Definitivamente, el síndrome de Asperger se encuentra dentro del espectro autista", comparte Dávalos. "Se diferencia porque, por lo general, no hay retraso en el lenguaje o en el desarrollo cognitivo".

A un niño con este síndrome se le debe poner atención, sobre todo a sus habilidades de socialización, ya que parece distante, no...

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