Atacan los ladrones a las nuevas colonias
| Autor | Denis Rodríguez |
¿Hay crímenes perfectos? Sí. En Tlajomulco, casi a diario.
Los nuevos fraccionamientos del Municipio con mayor crecimiento de la zona metropolitana son un blanco fácil para los ladrones, que han encontrado en ellos las condiciones ideales para operar: casas solas durante la mayor parte del día, con protección endeble y escasa o nula vigilancia, donde algunas de sus víctimas ni siquiera tienen líneas telefónicas para denunciar el robo, porque la infraestructura de la colonia todavía está en construcción.
Aun cuando el Ayuntamiento ha reforzado su vigilancia y destinado mayores recursos al patrullaje, los robos a viviendas han ido incrementándose sistemáticamente, generando una natural sensación de inseguridad entre los vecinos que comienzan a poblar la zona.
Eso bien lo sabe Juan Carlos, quien apenas hace un par de meses se mudó junto con su esposa e hijos al Fraccionamiento Lomas del Sur.
Justo el primer día de clases, cuando salieron a llevar a los niños a la escuela, alguien saltó a su casa desde la vivienda deshabitada de al lado, forzó la cerradura, saqueó todo en su interior y se llevó 3 mil 500 pesos en joyas y pequeños objetos de valor.
Ese mismo día, un vecino suyo -cuyo patrio trasero está junto al de Juan Carlos- también fue víctima de otro robo. Podrán no ser cuantiosos, pero el sentimiento de vulnerabilidad que les dejó el hecho es lo que más les lastima.
La única pista que dejó el ladrón fueron las huellas lodosas de sus botas en el piso. Como las de un albañil. Como las de las decenas de albañiles que duermen aún en el fraccionamiento mientras acaban de construir el resto de las casas. Como pueden ser las de cualquiera.
"Nos estaban cuidando, viendo a qué hora salíamos", cuenta Juan Carlos.
Desde entonces, nadie puede sentirse tranquilo ahí. Y casos como esos abundan en ese y los demás nuevos desarrollos inmobiliarios, pero no siempre se denuncian.
"El robo es en fraccionamientos que tienen un intenso tráfico de operarios, como albañiles, carpinteros, fontaneros, entregadores de material, donde particularmente sus moradores o bien son fincas de descanso, que las dejan solas y sin velador, o son parejas que salen y se van a trabajar. El asunto es que los domicilios quedan solos", explica el director de la Policía municipal, Guillermo Fernández Salazar.
"Saben las debilidades de las fincas. Los domos de los baños, las herrerías de aluminio en las partes traseras de las casas. No se roban nada bultoso: se roban joyitas, efectivo...
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