Una ayudadita

AutorGustavo Aréchiga

Alejandro Dumas, el escritor de "Los Miserables", decía que los manjares que él servía recibían más alabanzas que sus novelas. Eso era porque sabía comer bien, con etiqueta.

Sin embargo, hoy los modales a la hora de los alimentos pueden parecer chocantes, a pesar de que existen reglas básicas que se toman en cuenta, por ejemplo, para una comida de negocios.

Todo comenzó en el Siglo 16, en España y Francia, cuando la mesa, el bocado, lo que se servía y cómo se comía, comenzó a convertirse en un arte refinado.

A partir del reinado de Isabel la Católica los hombres y las mujeres comenzaron a comer en la misma mesa, con el riesgo de la supuesta promiscuidad. Se lavaban las manos en palanganas de plato y luego se rezaba una oración.

Entonces era permitido escupir en el suelo, limpiarse las manos con migajón de pan y comer con el sombrero puesto, costumbres que fueron modificándose a través del tiempo.

Laura Pérez Sandi, experta en protocolo gastronómico, comenta que hoy en día el ritmo de la ciudad y los tiempos cortos para comer orillan a las familias a que los hijos se siente con gorra y lentes de sol en la mesa, o que se parta la pasta de una sola vez.

"Los papás no les enseñamos a comer como nos lo enseñaron nuestros abuelos. Desde no lavarse las manos hasta la postura no correcta se le debe de poner énfasis, para educarlos, a pesar de que exista el temor a que se vaya a molestar", dice.

"Ahora, por el ritmo de vida en que se reduce el tiempo de comida en casa, no hay lugar para educar a los hijos en esto. Los fines de semana comúnmente se prefiere una pizza, un taco, una hamburguesa, comida rápida en donde no se educa sobre eso".

De igual manera es importante que los padres que tienen la costumbre o necesidad de ver asuntos de negocios en algún restaurante o comida especial, también sepan un poco más sobre el tema, y tener así, un as bajo la manga.

Para ayuda de los papás, Pérez Sandi da un rodeo simple por la etiqueta primordial, desde lo que se come y se bebe, hasta cómo debe ser el comportamiento del comensal con su interlocutor.

Entre los platillos

- En la interacción con la otra persona en la mesa se deben de cuidar los movimientos del cuerpo, dónde poner las manos, los codos y los antebrazos. No se pueden poner los codos en la mesa, aunque sí los antebrazos. Si se empuña algún cubierto, se debe poner especial cuidado en no señalar al acompañante con él.

- Si se ofrece servilleta, se pone en las piernas, no amarrada ni metida entre la...

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