BENCHMARK / El solipsista del Palacio

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

El solipsismo es creer que nada existe más allá de tu mente.

"Es una visión extraña que muy pocos han defendido a través de la historia, pero que es sorprendentemente difícil de desmentir, por lo que es un problema pegajoso en la historia de la filosofía occidental".

Comentario muy ilustrativo del sitio philosophyterms, que luego explica que existen 3 tipos de solipsismo en los sistemas filosóficos:

  1. Epistemológico. La idea de que el único conocimiento real es el que está en nuestras mentes. Todo lo demás es incierto y desconfiable. Por ende, tú eres el único ser del universo capaz de generar conocimiento. Es el más común de todos.

  2. Ético. En esta versión, el único pensamiento moral que importa es el tuyo, sin importar lo que piensen los demás. Casi nadie defiende este tipo de solipsismo.

  3. Metafísico. Es el más extremo de todos, la idea de que tú eres el único ser que existe en el universo. Por ende, todo lo que veo fuera de mi persona es una ilusión.

¡Uffff! Sin exagerar, ciertos directores sabelotodo y sobre todo, muuuchos populistas de derecha e izquierda que abundan en la era de la hiper comunicación y las fake news son solipsistas encubiertos.

En Palacio Nacional tenemos uno que hace mucho salió de su escondite.

Andrés Manuel vive en su propio mundo, en donde no importa la opinión de la realidad, la razón o la experiencia. Por eso:

  1. El crecimiento económico es irrelevante para el desarrollo.

  2. Los costos de generación de luz no importan. Lo único importante es que el estado produzca electricidad.

  3. Basta con una solución conceptual para resolver problemas añejos y complejos. Una orden es suficiente. Por eso los abrazos vencen a los balazos, la corrupción se extingue por decreto y las dádivas sustituyen a empleos productivos.

  4. Recortes drásticos realizados sin análisis no perjudican a la eficiencia operativa de áreas clave, como la salud.

  5. Cambiar las reglas de juego o cancelar proyectos no afecta en nada a la inversión privada en México.

  6. Decisiones complejas pueden ser tomadas por el "pueblo sabio" inclusive sin saber nada del tema.

Y ahí le paro porque no acabaríamos.

Un solipsista al mando (en lo que sea) conlleva al menos dos graves problemas.

En primer lugar, las buenas o malas decisiones de un líder siempre pesan más. No es lo mismo el autoengaño de un empleado que el del director de la empresa. Hombre, y no se diga de un presidente poderoso. Como lo vemos aquí, puede llevar a un país directo al precipicio.

La segunda...

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