Bernardo González Mora / ¿De quién prefieres ser víctima?

AutorBernardo González Mora

Una amiga, quien por fortuna no estaba en casa, fue víctima de robo en su vivienda. Los vecinos al percatarse que los habían asaltado la llamaron, al igual que a la Policía. Con inusitada prontitud no tardaron ni 10 minutos cuando se hicieron presentes. Sin mayor precaución ingresaron a la residencia haciendo un recorrido por ella, no pasó mucho tiempo cuando llegó mi amiga, obviamente alterada, mal se bajó del vehículo cuando los policías con insuperable conocimientos de psicología, dedujeron por la actitud de los vecinos hacia ella y también la de ella misma que era la dueña de la casa. Uno de los policías con visible inquietud la aborda. El policía le comenta: "señora investigue donde tiene escondido su dinero y sus joyas y vea qué le robaron", a lo que ella respondió: "aquí no tenemos nada, todo lo tenemos en nuestro departamento en Vallarta". Días más tarde asaltaron su departamento en Vallarta.

Siendo mal pensados, por la actitud de los policías, estos ya tenían el reporte de los ladrones de que no habían encontrado nada y querían cerciorarse si era verdad, y si nuestra sospecha es acertada la misma Policía les dio el tip de que sus cosas de valor las tenían en su otro domicilio.

En otro caso, una familia contrata a una trabajadora doméstica, a los pocos días la señora de la casa empieza a notar la desaparición de sus cosas de valor y empieza a sufrir estados de confusión junto con otros malestares. Cuando logra reaccionar y con el auxilio de su esposo hacen un recuento de lo robado, contabilizando una cantidad importante, hacen la denuncia y la empleada reconoce el hurto y convenian la devolución de lo robado, promesa que no cumple. ¿Por qué no se le detuvo cuando se cometió un delito que se persigue de oficio? No lo sabemos, ¿Qué tipo de arreglos se hicieron? Lo ignoramos. Lo cierto es que después de algunos meses no se ha recuperado nada. Acude a un pariente con una jerarquía importante en medios de seguridad y éste le aconseja que no le "mueva mucho" por el riesgo que conlleva toda la corrupción que existe.

A otro particular, en una operación de venta de su vehículo, para no variar lo timaron con un cheque sin fondos. Su exceso de confianza le salvó la vida pues esa misma banda de delincuentes ya había asesinado a otros hombres. En una jugada que les salió mal a los delincuentes fueron perseguidos por la Policía muriendo varios de ellos y...

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