Desde mi Ladera/ Biografía tapatía

AutorJuan López

En la Biografía Tapatía pasada, se dijo, cómo se compraban las jícamas en esta Guadalajara, por los años cuarentas del Siglo 20. Los cuarentas eran tiempos coloquiales, amables, pacíficos, cordiales, bebibles y vivibles, con decir a usted, heroico lector, que en el Palacio de Justicia, aún a principios de los cincuentas, convivían las siguientes dependencias oficiales: el Supremo Tribunal de Justicia, los juzgados de los civil y de hacienda; la Procuraduría de Justicia; la Policía Judicial; el Registro Público de la Propiedad; el Archivo de Instrumentos Públicos; y el Periódico Oficial de El Estado de Jalisco; que todo cabe en un jarrito, sabiéndolo acomodar; hoy no caben ni siquiera las oficinas directas del Supremo Tribunal.

En el Siglo 18, de Guadalajara se dijo: también tiene la ciudad sus juzgados de Gobierno y Justicia; en esta entienden los Alcaldes ordinarios, y en la Diputación y Gobierno el Cabildo y Regimiento, que se compone de 12 capitulares cuando está pleno, en que se incluyen el Alférez Real, Provincial de Hermandad, Alguacil Mayor, Fiel Ejecutor y Depositario General; y de entre los regidores se elige Procurador, que entiende en la recaudación de propios de la ciudad, que hoy importan poco más de 2 mil pesos, con los que soporta los gastos de las fiestas de la ciudad, paga los salarios de abogado, escribano, procurador, portero, maceros y lo demás que se ofrece, excepto los gastos de cuando se enarbola el Real Pendón, por ser a cargo de su Alférez Real.

Entre dichos Regidores se reparten por turnos las incumbencias de la república, del aseo de sus calles, del peso de carne y pan, alhóndiga y demás bastimentos, evitar regatones y cuidar los ejidos.

Bastante tienen qué hacer también los oficiales reales en el continuo despacho que toca a la Real Contaduría en los quintos de las platas, oro y perlas, administración de reales azogues, papel sellado, rendimientos, salinas y recaudación de reales tributos, alcabalas, medias anatas, valores de oficios vendibles y renunciables, arrendamientos de otros, regulación de mesadas, pagamentos a ministros y demás concernientes, para lo que tienen su escribano de real hacienda, oficial mayor, otros menores, y portero con su balanzario y ensayador.

No son menos los negocios a que se ven precisados los vecinos dispersos en el obispado a ocurrir, ya al Real Tribunal de Cruzada, que se compone de comisario subdelegado, que lo es un prebendado; asesor que lo es el oidor decano, fiscal y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR