Cámara, pluma, ¡acción!

AutorIrela Garza

Cuenta hasta cinco. Cuéntalas a ellas. Y deja luego que ellas te cuenten.

Seguro reconoces al menos uno de estos nombres: Tatum O'Neal, Brooke Shields, Jane Fonda, Goldie Hawn y Marie Osmond.

Desde niñas y desde siempre, estas mujeres han vivido bajo los reflectores. Sus rostros resultan familiares, sus carreras han sido galardonadas y, como estrellas que son, cualquiera pensaría que sus vidas están signadas por el glamour, los grandes lujos y una que otra excentricidad.

Eso, en la imaginería de todo espectador, representa un sinónimo de felicidad.

En la fantástica esfera de la farándula ocurre -de vez en vez- que las celebridades ejercen un arte distinto al que les dio fama y se proponen escribir un libro. El resultado suele integrar una colección de fotografías, un recuento de logros profesionales y un armónico retrato familiar.

Sin embargo, cuando estas cinco mujeres, de suaves facciones, sonrisas perfectas y figuras estilizadas, deciden alejarse de los grandes reflectores y acomodarse frente a la modesta luz que emiten sus computadoras personales para compartir, a través de la escritura, pasajes de su vida, acaban de tajo con lo que dicta la costumbre y, pasando de largo la oportunidad de cultivar su ego, optan por exorcizar sus demonios frente al lector.

LO FEO...

Tenía 10 años cuando se convirtió en la persona más joven en recibir un Óscar por su actuación en la película Luna de Papel. La suya fue una de esas infancias de Hollywood que parecen tocadas por la mano del Rey Midas. Nada más distante.

Para Tatum O'Neal, hija de los afamados Ryan O'Neal y Joanna More, la niñez fue básicamente una prueba de supervivencia. En su autobiografía titulada A Paper Life (Perennial, E.U.A. 2005, 336 pp.), Tatum expone de forma brutal, detalles de una vida marcada por el abandono, el abuso, la negligencia y la autodestrucción.

...Y eso es apenas la primera parte del libro. En la segunda, refiere su tormentosa relación con el temperamental tenista John McEnroe. Pronto pasa del idilio amoroso al conflicto frontal hacia la figura de un hombre a quien define como controlador y de ahí, en cadena, un hecho desdichado tras otro: un divorcio escandaloso, la adicción a las drogas, la consecuente distancia de sus tres hijos y la dramática muerte de su madre.

Es así como del caos surge la perturbadora autobiografía de Tatum, un relato que descubre a una mujer cuya vida resulta, tal como el papel: resistente y permeable.

LO MALO...

Otra de las celebridades de...

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