Cambia dinámica

AutorRebeca Pérez Vega

El inicio de los trabajos de restauración del Centro Cultural Roxy y las fachadas de la Calle Mezquitán, anexas a este antiguo bodegón, han cambiado la dinámica del barrio. Vecinos temen que se trate de un proceso de gentrificación, mientras que los impulsores del proyecto defienden que la idea es recuperar el valor del viejo galerón y sus alrededores.

Hay un debate de contrastes cuando se habla de gentrificación. Aunque es un fenómeno que se detectó en la década de los 60 en Estados Unidos y se extendió por varias ciudades europeas, en México es relativamente reciente y consiste en recuperar un viejo barrio para luego convertirlo en un sitio de moda, lo que provoca un aumento en la plusvalía de la zona, recuerda el académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Carlos Estrada.

El proyecto del Roxy comenzó en 2016. Perímetro Propiedades compró el inmueble en 15 millones de pesos y estimó que la restauración costaría cerca de 50 millones de pesos más. La idea es que la administración del recinto quede en manos de la asociación civil Taller Ciudad, ha expresado Alejandro Serratos, uno de los impulsores.

Las obras formales de restauración en el galerón ubicado en Mezquitán 80 iniciaron en 2017 y podrían terminar a finales de 2019.

En el proceso y a través del programa Camarada -impulsado por Taller Ciudad y Comex-, se pintaron y rehabilitaron las fachadas de media centena de casas del corredor que va desde Avenida Hidalgo, hasta Angulo.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Guadalajara también invirtió en la zona 11 millones de pesos para transformar la calle Mezquitán en una Zona 30, con un solo nivel entre banqueta y calle, instalación de concreto de color y ampliación de las banquetas.

"La gentrificación es un fenómeno que responde al sistema capitalista que nos rige, que responde a los intereses de grupos inmobiliarios, comerciales y de poder público; en Guadalajara ya ha sucedido con diferentes Administraciones, sin importar el partido, el Gobierno facilita planes, modificación de uso de suelo para que los desarrolladores tengan más beneficios.

"El del Roxy es uno más de los proyectos estratégicos de gentrificación de la Ciudad junto con el Paseo Alcalde, pero creo que pintar fachadas no es una solución, no es una política integral, no se apoya a la gente en situación de calle, no se ofrecen más empleos, no se regenera el medio ambiente o la calidad de transporte, es ocultar la pobreza, una solución...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR