'Me cansé de rogar una cama'

AutorSelene Velasco

MÉXICO.- Cuando su papá comenzó a toser, a principios de noviembre, y le faltaba el aire hasta para hablar, Fabiola llamó a Locatel donde le dijeron que era alto el riesgo de tener Covid.

Durante 48 horas estuvo bajo monitoreo con dos llamadas telefónicas y le pidieron quedarse en su casa. Pero su padre no podía respirar y la familia decidió llevarlo a un hospital. Pasaron por el General de Tláhuac, el de Especialidades Belisario Domínguez y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) -todos en la CDMX-; luego de ocho horas entre traslados y espera tuvieron que retornar a casa.

"Comenzó con mucha tos, ya casi no hablaba, se cansaba demasiado, tenía muchos problemas con su respiración y así decía que no estaba grave, que esperáramos tantito y no nos preocupáramos y se le iba a pasar", recuerda.

Un médico privado recomendó suministrar oxígeno. Insistieron en la búsqueda de asistencia gubernamental pues carecen de seguro médico y recursos. En una de las llamadas les informaron que su caso "había pasado a Sedena" y que tenían que esperar entre 3 o 4 días para ello. Pero no hubo otra llamada.

"Me cansé de estar rogando casi por una cama o una ambulancia, por una mejor atención médica, volví a levantar un nuevo código y sólo me volvieron a hacer el test y fue todo", lamenta.

Su padre empeoró, casi se desmayó y por eso...

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