CAPITANES
A hélices iguales
Salomónica resultó la decisión del Gobierno para repartir los contratos de transporte por helicóptero de Pemex Exploración y Producción, que lleva Carlos Morales Gil.
Ya le contamos que en noviembre se llevaron millonarios convenios Transportes Aéreos Pegaso, la firma de Enrique Zepeda Navarro, y Helicópteros y Vehículos Aéreos Nacionales, mejor conocida como Helivan, que dirige el capitán Cuauhtémoc Velázquez Dorantes.
El cheque de Pegaso por esa transacción alcanzó mil 12 millones de pesos, mientras que el de Helivan, mil 223 millones.
Había resultado extraño que los de Heliservicio Campeche, no habían hecho muecas por haberse quedado afuera de estos concursos en los que normalmente compiten.
Pero ya salió el peine.
La firma de la familia Miguel Afif, en la que Bristow Group, de Thomas Knudson, tiene 49 por ciento, se llevó el 14 de marzo un tercer contrato por mil 133 millones de pesos.
La empresa binacional ganó el concurso para los servicios de transporte por helicóptero en la Sonda de Campeche, el Golfo de México y cualquier otro punto de la República que indique la paraestatal, nada más para los próximos cinco años.
Paradojas petroleras
Y en esta semana color petróleo sepa usted algo que quizá sólo recuerdan historiadores y la familia Reyes Heroles, pero que ahora viene al caso.
En su tarea como director de PEMEX durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, le tocó a don Jesús, padre, concluir los pocos contratos de riesgo que quedaban en la paraestatal, tras la prohibición expresa que tuvieron a partir de noviembre de 1958.
El entonces mandamás de la petrolera rescindió, a la buena y con indemnización de por medio, los contratos de Sharmex, Isthmus Development Co, Pauley Petroleum Company y otro con un consorcio denominado CIMA.
Con ello voló el último resquicio de la participación de empresas privadas en las ganancias de la industria petrolera nacional.
Ahora, si cumplen los legisladores panistas, podrían presentar esta semana la iniciativa para discutir una nueva apertura a los contratos de riesgo, justo con Jesús Reyes Heroles, hijo, en el timón de la paraestatal.
Desde luego que el PEMEX que don Jesús tomó en diciembre de 1964 se parece a la empresa que actualmente dirige su hijo tanto como una lanchita a un trasatlántico.
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