Carlos Elizondo Mayer-Serra / Fin sublime

AutorCarlos Elizondo Mayer-Serra

"Siempre lo he dicho, cuando hay que optar entre el derecho o la justicia, tiene que prevalecer la justicia. La ley es para el hombre, no el hombre para la ley". Son palabras de AMLO de este jueves.

Bajo la doctrina legal de AMLO, la ley es, en el mejor de los casos, un instrumento para sus fines, y en el peor, un molesto obstáculo. Nunca una restricción.

Para él, lo importante en el ejercicio del poder es perseguir objetivos justos. "El fin es sublime, eso es justicia", dijo justificando la "rifa" del avión.

Ésta se hizo a pesar de que había "una maraña de normas que impiden avanzar". Es casi una confesión de que violó varias normas en el camino, que han hecho de un cheque de 2 mil millones de pesos un penoso enredo legal. Para AMLO esto no importa si el objetivo es justo. Él sabe cuándo lo es.

Para AMLO, el Estado es él. Por eso se va a poner furioso si la Corte determina, como lo propone el proyecto del ministro Aguilar, que la propuesta de AMLO de consultar a la gente si se debe enjuiciar a los expresidentes es "un concierto de inconstitucionalidades que pudieran incidir negativamente en el acceso a la justicia, la persecución de los delitos y el Estado de Derecho mismo". ¿Qué mayor justicia que preguntarle al pueblo si desea juzgar a sus antecesores?

Es entendible que AMLO tenga objetivos de gobierno distintos a los del pasado. Por eso lo eligió una amplia mayoría, harta de los abusos de los poderosos. Pero eso no significa que pueda hacer lo que desee simplemente porque considera que el fin es sublime. Eso es otra forma de abuso. Peor aún porque ya vimos que no está en su personalidad ser ecuánime e imparcial.

A dos años de contar con el control del Poder Legislativo, podemos suponer que la ley en México hoy es fundamentalmente la que él desea tener. Ni habiendo controlado el Legislativo por dos años está satisfecho. En sus palabras del jueves, "resulta que no se puede nada por la normatividad". Por eso quiere una ley en materia presupuestal que le dé a él todo el poder.

En su rancho AMLO puede hacer lo que quiera. En el país no. Él juró respetar la Constitución. Esto implica no solo cumplir con los latosos formalismos de toda legislación, sino con los principios fundamentales que emanan de ella.

Algunas de las leyes aprobadas durante su gobierno...

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