Carlos Elizondo Mayer-Serra / Asalariados

AutorCarlos Elizondo Mayer-Serra

Los sicarios que quemaron el Casino Royale asesinando a 52 personas son empleados del crimen organizado. Según la evidencia disponible, hicieron mal su trabajo. El objetivo era "sólo" asustar al dueño para que pagara la "protección de su negocio", aunque incendiar un lugar lleno de gente probablemente queme a quienes están adentro. También son asalariados los policías de Monterrey que no actuaron a tiempo y los mil 500 policías federales y otros tantos militares mandados a Nuevo León a tratar de enfrentar la creciente violencia en el Estado.

La Constitución, en su artículo 31, señala que los mexicanos tenemos la obligación de hacer que nuestros hijos reciban educación, incluida la militar, y nosotros como ciudadanos, instrucción cívica y militar para ser "aptos en el ejercicio" de nuestros derechos, "diestros en el manejo de las armas" y servir en la Guardia Nacional para asegurar "la tranquilidad y el orden interior".

En las obligaciones de los ciudadanos mexicanos, descritas en los artículos 35 y 36, además del derecho a votar y ser votado, se señala la obligación de tomar las armas "para la defensa de la República". No hacemos nada de esto. Se lo encargamos a unos asalariados, policías y soldados, que provienen en general de los sectores sociales más pobres.

Hay mucho que mejorar en la estrategia del Gobierno federal y en la respuesta de los Estados, pero si no aceptamos que esta lucha es de todos, va a ser muy difícil enfrentar a organismos criminales que pagan mejor a sus empleados y que combaten a asalariados con bajos ingresos, mal capacitados, en ocasiones corruptos y que una parte de la sociedad mexicana desprecia.

Lo resume bien un editorial del periódico El País de España: "la lucha es de la sociedad mexicana en su conjunto. Quien no denuncie, no actúe, no se oponga en la medida de sus posibilidades al cáncer del narcotráfico, estará por debajo de lo que en esta hora exige la nación...".

Salvo irse de México, como lo están haciendo muchos ciudadanos del norte del país que tienen recursos, o como lo hace el Presidente Municipal de Juárez, en Chihuahua, quien vive en El Paso, la alternativa al combate contra el crimen organizado es terminar con un Gobierno controlado por ellos. No hay tregua posible.

En el pasado hubo un cierto equilibrio, no exento de violencia, el cual permitió a la sociedad vivir en relativa paz. Sin embargo, estos grupos criminales aprovecharon la oportunidad para ir controlando cada vez más zonas del...

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