Carlos 'Warrior' Guerrero / De grandezas a grandezas

AutorCarlos 'Warrior' Guerrero

Un empate en América es considerado crisis. De inmediato se encienden las alarmas, los reporteros se abalanzan afuera de Coapa y en las redes la afición pide la renuncia del entrenador, la de algunos jugadores y hasta la del director deportivo.

¿Por qué? Porque no hay margen de maniobra ni de error. La exigencia es lo que enciende la maquinaria.

Sea torneo amistoso u oficial, América siempre estará obligado a trascender, a ganar, a gustar y, por demagogo que se escuche, a golear.

En América no caben los pretextos. Ni ahora, ni nunca. Y menos cuando los persigue el eterno estigma de las "ayudas divinas" que no es más que un pobre argumento para debatir. Al América se le busca desarmar con tan absurdo y desgastado recurso. Pero nada con lo que no sepa vivir y nada a lo que no esté acostumbrado.

Justamente todo ello es lo que lo hace tan diferente del Guadalajara. Con Chivas, los pretextos caben; de hecho, son constantes y son un común denominador temporada tras temporada.

Que si la desventaja de jugar con mexicanos, que si para ellos el mercado de compra es más complicado y caro, que si es más difícil encontrar elementos nacionales que extranjeros.

Chivas camina con un manto protector que le otorga un perdón más rápido en caso de tropezar. Siempre vendrá el comentario de "al menos jugamos con mexicanos" como pretendiendo demostrar que juegan en desventaja.

Criticar a Chivas en este País es pecado mortal. Es casi estar en contra de México o del pueblo. Un nacionalismo malentendido.

Con un punto de seis posibles, nadie dice nada. Nadie habla de crisis, sino de ausencias que pesan.

Perdón, lo de Chivas y su incierto arranque no pasa por los lesionados o...

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