Carmen Aristegui F. / Morir en un Starbucks

AutorCarmen Aristegui F.

Algo muy podrido rodó junto con el cuerpo acribillado de Édgar Enrique Bayardo del Villar, asesinado este martes al interior de un Starbucks en la colonia del Valle de la Ciudad de México. El cuerpo que recibió los impactos de bala de dos calibres pertenecía a un hombre que apenas hace un año era jefe de la Policía Federal Preventiva, que meses después era investigado por vínculos con la delincuencia organizada y que a la hora de su muerte estaba acogido al sistema de testigos protegidos recién estrenado legalmente en este país. Presunto protector de narcos, funcionario, testigo asesinado, es una mezcla que muestra hasta dónde puede estar penetrada la autoridad policiaca en nuestro país y las fallas que existen en la aplicación de las nuevas normas constitucionales en materia de certificación de los cuerpos policiacos a nivel federal. La ejecución de Bayardo y la muerte, que se presume suicidio, del joven hijo del llamado Rey Zambada, también acogido al sistema de testigos protegidos, ocurridas en las últimas semanas, han provocado una crisis de credibilidad y sospecha al interior de este mecanismo diseñado para combatir al crimen organizado y, en general, a todo el sistema de Seguridad Pública y Procuración de Justicia de este país. ¿Cómo queda una autoridad a quien le asesinan la persona que se supone protege en un pacto establecido para obtener información? ¿Quién volverá a confiar en el mecanismo? ¿En manos de quién está el mecanismo? ¿Quiénes mataron al señor y quienes lo permitieron? ¿Quién responde por lo ocurrido?

La muerte de este ex alto mando policiaco, en circunstancias como éstas, obliga a una revisión muy amplia del conjunto de responsables en Seguridad Pública que deben rendir cuentas por esta ejecución. En muchos sentidos, este caso representa un ejemplo de la descomposición que ha llevado a vincularse a policías con narcos y a narcos con policías en un fenómeno que está lejos de haber desaparecido.

Bayardo era un claro ejemplo sobre esa frontera rota entre ser narco y autoridad. Su biografía es botón de muestra de la permeabilidad, permisividad y tolerancia que prevalece al interior de los cuerpos policiacos, aun después de las reformas aprobadas con ese propósito recientemente. Samuel González Ruiz, fundador de lo que fuera la Unidad Especializada contra la Delincuencia...

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